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Reportaje:

Seducción marina al oeste de Cudillero

Playas, pueblos y sabor asturiano en un tramo de costa por descubrir

Aun para esos trotamundos no fáciles de embobar, la costa del occidente asturiano se revela, salvo Cudillero y Luarca, como un destino distante, casi desconocido. Y ahí radica su portentoso atractivo. De la mano de la nueva autovía, en avanzada fase de construcción, un centenar de kilómetros de costa del Principado se exponen a la consideración del viajero. El occidente compite, y gana, en autenticidad, en pueblos con encanto y playas de exposición, a lo que se añaden precios morigerados. Y si además representa el tramo de litoral mejor preservado de la comunidad autónoma con el kilómetro de costa menos urbanizado de España, se comprenden los muchos quilates del itinerario. El tan cacareado desarrollo sostenible es aquí y ahora, más que en otro lugar, el reto.

En Tapia de Casariego, subir hasta el faro de Isla Tapia es hacerlo al mejor observatorio ornitológico de la región; por sus alcatraces, cormoranes y, en estas fechas, patos negrones y pardelas
Conviene divisar Viavélez desde el barrio de la Atalaya, bajar al muelle por sus callejuelas y seguir a pie hasta el cabo Blanco por uno de los tramos más atractivos de la senda costera

El tiempo corre en contra de escenas de labranza en las que se utilizan aperos tradicionales. A los indianos se les denomina americanos. Y apenas existe tradición sidrera, salvo acaso en las giras (fiestas de praos). Con especial incidencia entre los ríos Eo y Navia, se habla la fala, mixtura de bable y gallego.

La costa de la ría que labra el Eo adquiere toda su prestancia. Se fotografía hasta la saciedad Castropol, cuyas alfombras florales del Corpus resplandecerán el próximo 25 de mayo al paso de los comulgantes, pero apenas se conoce la nueva Senda Costera Peatonal entre Castropol y Figueras, que pasa por uno de los últimos astilleros de carpintería de ribera de Asturias, Pacho.

Tras fotografiar la fachada del Palacete Peñalba, hotel de una fastuosidad modernista difícil de igualar, a la playa de Arnao hay que acercarse en marea baja. A un kilómetro se encuentra la baliza de la punta da Cruz, bocana de la ría donde arrancan los acantilados de Arnao que nos encaminan al área recreativa con laguna y aseos. La peña varada en la orilla fija la mirada y presta nombre al playazo de Penarronda. Garantiza éste largos paseos sobre arena color tostado y, ¡milagro urbanístico!, sin que se aprecien modernos edificios, merced a la prohibición vigente en Asturias de construir a menos de 500 metros del mar.

Las pasarelas y los aparcamientos de este parque-playa respetan el sistema dunar, donde crece el alhelí de mar, el narciso marino y una rara especie de cactus endémico; todo lo cual le ha valido a la playa ser catalogada como monumento natural.

En Penarronda arranca el Parque Histórico del Navia, proyecto de desarrollo comarcal que abarca nueve municipios y cuya costa se despliega hasta Barayo. Pero el asombro arenoso raya a mayor altura en el punto kilométrico 1, situado en Villamil (Tapia de Casariego). Una pista innominada conduce por espacio de 600 metros a un playazo memorable. Lo que Torimbia es al oriente, la Mixota es al occidente. Tal es su atractivo. Con marea alta, la Mixota se transforma en tres lenguas de arena blanca y fina compartimentadas por islotes estrechos y afilados como hojas de cuchillo que la protegen de los fuertes oleajes. El público naturista la cuida con esmero.

Tapia de Casariego es otro descubrimiento. Esta localidad brinda un paseo urbano como pocos. Comienza en la playa de Los Campos, donde se celebran pruebas del campeonato de Europa de surf. Rebasadas las playas del Murallón y Ribeiría, se manifiesta el mirador de Os Cañois. Como reminiscencias del pasado, las antiguas balizas de gas del puerto. Delante del edificio de la rula (lonja), un lobo de mar avisa de que la subasta "se canta como las misas, poco antes de las cuatro de la tarde", algo digno de tenerse en cuenta, vista la generalización de pantallas y botones en las lonjas. Ascender después por el dique hasta el faro de Isla Tapia es hacerlo al mejor observatorio ornitológico de la región; por sus alcatraces, cormoranes y, en estas fechas, patos negrones y pardelas.

Un cofre de cedro

Palermo Delicatessen se reclama heredera de una tradición gastronómica ligada al maíz, del que presume de cosecha propia. No en vano Tapia fue el primer puerto al que llegó en 1604 esta gramínea americana en un cofre de cedro que aún se conserva en Casariego.Con maíz, avellanas y chocolate se elaboran pastas llamadas tortos de manaiz, y nada como un refrescante atole (chocolate, azúcar y lecitina de soja y espuma de maíz) para recuperar fuerzas.

El estuario del río Porcía, otro gran creador de belleza, une los municipios de Tapia de Casariego y El Franco. Lo tiene todo: el verde purísimo, playas (mejor en bajamar), así como una colección de bellos islotes a los que les unía antiguamente un embarcadero de mineral de hierro. La nube de gaviotas la delatan como zona de especial protección para las aves.

Desde La Caridad, la capital del concejo de El Franco, se accede a uno de esos pueblitos típicos asturianos en trance de desaparición, patria chica de la escritora de novela rosa Corín Tellado. En Viavélez sobresale su ría, su estampa marinera, las barcas engrilladas como presos, las casas marineras de corte agropecuario pintadas con el rojo sobrante de las embarcaciones. Su orografía es la tópica del occidente: los pueblos pesqueros se esconden en secretos acantilados invisibles desde el mar para los ojos del invasor, cayendo en una sugerente gradación de casas colgadas. Conviene divisar Viavélez desde el mirador y barrio de la Atalaya y luego bajar al muelle por sus callejuelas.

Desde el puerto se recomienda ir a pie hasta el cabo Blanco a través de uno de los tramos más atractivos de la senda costera (una hora entre ida y vuelta). El cabo guarda los restos de un importante castro sobre grandes paredes verticales abiertas a la erosión.

Una de las últimas incorporaciones del Parque Histórico del Navia son las visitas guiadas de una hora por las Covas da Andía. Más que cuevas, se trata de sugerentes galerías al descubierto, una de las máximas expresiones que tiene la geología cárstica aquí. Este monumento natural está a ocho kilómetros de La Caridad; conviene reservar (619 36 81 69).

Seguimos al aire libre. La vida de los primeros poblados se sigue custodiando en el castro de Coaña. Se trata de un poblado que aprovecha el desnivel de la cuenca del Navia para erigir sus defensas. Los albiones, y posteriormente los romanos, habitaron este enclave entre los siglos VII antes de Cristo y II después de Cristo. La superficie reconstruida no rebasa el 15%, suficiente para dejar volar la imaginación.

Y de la acrópolis y los vestigios de 80 viviendas al puertito de Ortiguera. De inequívoco sabor pesquero, sus pizarrosas rocosidades nos sumergen en un contexto abrupto, contundente. Las dificultades para superar la bocana de 14 metros y el escaso calado limitaron su actividad. Hoy apenas quedan cuatro barcas, suficientes para la foto. En el cabo de San Agustín se mantiene junto al faro viejo la única campana de niebla de la costa española. Con el badajo exterior, un metro de diámetro y 80 centímetros de altura.

El mirador del pico del Jarrio sugiere reparar en la rasa costera asturiana, esa llanura de entre dos y cinco kilómetros, a caballo entre el mar y las montañas, en tiempos fondo del mar, conocida tanto por su producción láctea como por su ausencia de arbolado.

En el barrio de El Espín, a unos 50 metros del puente sobre la ría de Navia, el viajero se siente un tanto desarmado, sin moldes previos donde encajar lo que ve. El cartel Faustino hace referencia a un jubilado singular. Al aprendiz de sastre Faustino González le ordenaron un buen día de 1947 limpiar cierta máquina de coser, y hoy no es sólo uno de los mayores coleccionistas de máquinas de coser del mundo, sino que además enseña buena parte de sus fondos llamando previamente al teléfono 985 63 06 51. La mayoría son piezas de museo (se aceptan donativos).

La cascada es otro elemento de alto valor paisajístico ineludible en Asturias. Las últimas lluvias garantizan espectáculo en las cascadas de Oneta, que se alcanzan a pie después de un paseo de dos kilómetros desde la aldea de Oneta, a 22 kilómetros de Navia. Todo el esplendor fotográfico nos espera en la Firbia, la primera y única cascada visitable de momento, con una altura de 18 metros, y su molino harinero. Ir mejor por la tarde.

Otra vez en la costa, un tramo de la senda costera sale de la playa de Navia, pasando por la belleza agreste y surfera de Frexulfe.

Puerto de Vega fascina con sus murallas marineras, su rula, sus barcas, su museo etnográfico y la casona donde murió Jovellanos. La iglesia de Santa Marina, conocida por La Catedral del Barroco Rural, es el contenedor de historia del arte por antonomasia. Los que sientan una imperiosa inclinación hacia los retablos, entre rococós y churriguerescos, quedarán embelesados. Abre de martes a sábado, de 16.00 a 20.00, y domingos, de 11.00 a 14.00. Su estupendo órgano se escuchará en el recital del día 31 de mayo, a las 20.30. Puerto de Vega es un estupendo sitio para probar un pez de lujo: el virrey. En junio, el bar Chicote servirá bonito a la plancha con ingrediente secreto.

Valdés ha cambiado menos, si bien la exposición de calamares gigantes y peces abisales de la Coordinadora para el Estudio y la Protección de las Especies Marinas (Cepesma) abrió estos días en locales anexos a la estación de ferrocarril en Luarca. Causan asombro estos architeuthis, que parecen monstruos salidos de la pluma de Julio Verne.

Un valle idílico

El adentrarse en el interior del occidente astur no hace sino incrementar los atractivos. "Yo conocí Paredes cuando sólo eran unas casinas salpicadas entre un río cantarín donde pervivían la nutria y el tejón". Tal podrán relatar a sus nietos quienes visiten hoy este valle idílico donde los haya, a 20 kilómetros del mar. Para familias está indicada la ruta a la antigua presa que recorre el monumento natural de las Hoces del Esba.

La lista de atractivos es creciente. En Cudillero ocupa la antigua lonja el Aula del Mar, donde se recrea el mundo pesquero. Cerca de la iglesia de Santianes (Pravia), a ocho kilómetros del mar, está el Jardín de los Aromas. La propuesta no puede ser más sugerente. Un matrimonio de funcionarios internacionales jubilados -Nieves Álvarez y Michael Monaghan- muestran su jardín y educan a la hora de frotar las plantas y oler sus aceites esenciales en un ejercicio único de erudición botánico-odorífera. También enseñan a elaborar perfumes, jabones, cosméticos y a cocinar con plantas aromáticas. Reservar la visita en el teléfono 606 01 82 85.

La antigua lonja de Cudillero (al fondo) se ha convertido en Aula del Mar, donde  se recrea el mundo pesquero.
La antigua lonja de Cudillero (al fondo) se ha convertido en Aula del Mar, donde se recrea el mundo pesquero.JOSÉ RAMÓN AGUIRRE
La marea baja es el mejor momento para disfrutar de la playa de Arnao, un arenal de unos 350 metros en el extremo occidental de Asturias.
La marea baja es el mejor momento para disfrutar de la playa de Arnao, un arenal de unos 350 metros en el extremo occidental de Asturias.PACO PAREDES

BARAYO, PARAÍSO ESCONDIDO

DE VIGO (Navia) parte el acceso rodado. Una vez superado el shock del aparcamiento-mirador, un camino desciende a un escenario único. Uno se queda hechizado ante los campos de dunas y marismas, tras pasear por senderos guarnecidos por hierbas y cañaverales. En el acantilado, pinares y eucaliptos.Luego, atraídos por meandros de una cualidad estética insuperable, nos internamos en el estuario del río Barayo. En la zona próxima a la punta del Cuerno suele buscar acomodo el público naturista, si bien allí las corrientes arrecian con mayor peligro. Próximas están las Sántinas, tres cuevas intercomunicadas.Barayo acoge un importante refugio de avifauna, como denuncia el estrépito de pajarera. Con facilidad se ven cormoranes moñudos y garzas reales, y con suerte, el paso del martín pescador.

GUÍA PRÁCTICA

Dormir- Casa del Ferreirón (985 63 63 55; www.eoporcia.com/casas/ferreiron). Barres, Castropol. A 1.800 metros de la playa de Penarronda. Apartamentos (tres plazas, de 48 a 64 euros); casas de aldea (siete plazas), 145 euros.- Pleamar (985 64 88 66; www.hotelpleamar.com). Puertode Vega, Navia. Integrado en el Club de Casonas Asturianas. Desayuno tradicional. La doble, 69,55 euros.- Hotel Cabo Busto (985 47 55 22; www.cabobusto.com). Busto, Valdés. El encanto personal de Joaquina Ovalle hace de la estancia una delicia. Precio: 47 euros (con desayuno).Comer- Palermo (985 62 83 70). Tapia de Casariego. Menú degustación, 10 platos, 60 euros (vinos aparte).- Ferpel (985 47 32 85). Ortiguera, Coaña. Cocina tradicional con toques personales. Unos 40 euros. - La Marina (985 64 80 38). Puerto de Vega, Navia. Vistas a la lonja; 30 euros.Información- Oficina de turismo de Asturias (902 300 202; www.infoasturias.com).- www.occidente.com.- www.oscos-eo.es.- www.parquehistorico.org.- www.comarcavaqueira.com.

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