El Parlamento vasco rinde por vez primera homenaje a un guardia civil

La viuda de Juan Manuel Piñuel viajaba ya hacia el aeropuerto de Vitoria, llevándose consigo el féretro de su marido. En la ciudad que dejaba tenía lugar a esa misma hora un gesto histórico, cargado de un significado profundo: el Parlamento vasco le rendía un homenaje nunca antes ofrecido a los otros 88 agentes de la Guardia Civil asesinados por ETA en Euskadi desde que se constituyó la Cámara en 1980. Tampoco los demás 119 miembros de la policía, la Ertzaintza y los ejércitos sacrificados por la banda en los 29 años de autonomía han recibido ese reconocimiento que se expresó ayer por primera vez.

Ocurrió ante la escultura de recuerdo a todas las víctimas del terrorismo instalada hace un mes en la entrada de la Cámara. En ella se colocó ayer la fotografía de Manuel Piñuel. Sólo la solemnidad del Agur Jaunak (la melodía tradicional con la que se rinden honores de saludo y despedida) rompió el silencio. Antes, en otro gesto cargado de significado, éste para subrayar la solidaridad y la unidad policial frente a ETA, un guardia civil y un ertzaina habían depositado juntos una corona de flores a los pies de la fotografía.

Los agentes de ambos cuerpos no formaron frente a frente, sino intercalados, como habían velado hasta la hora del funeral el féretro en la Subdelegación del Gobierno, en este caso junto a miembros del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Urbana.

Del histórico acto fueron testigos la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega; el presidente del Senado, Javier Rojo; los ministros de Defensa, Carme Chacón, y de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba; el lehendakari Juan José Ibarretxe y la presidenta del Parlamento, Izaskun Bilbao, además de otras autoridades y todos los grupos políticos, menos PCTV.

Las autoridades acudieron nada más terminar el solemne funeral, celebrado en la catedral nueva de Vitoria y presidido por los Príncipes de Asturias, que dedicaron más de 10 minutos a consolar a la viuda y familiares de Piñuel. Vivas a la Guardia Civil y una cerrada ovación acompañaron el féretro hasta la salida del templo.

Miles de vascos se concentraron al mediodía para rechazar ante las instituciones el último asesinato. Los 15 minutos de recuerdo y repulsa se cerraron con aplausos. Los representantes de todos los partidos, salvo ANV y PCTV, compartieron a pie de calle el rechazo al crimen. La unidad de los partidos democráticos vascos volvió a mostrarse al convocar hoy una concentración en Vitoria bajo el lema "ETA ez. Askatasuna. Por la libertad. ETA no".

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, agradeció desde Lima la unidad "a todas las fuerzas políticas". Preguntado sobre la posibilidad de un nuevo pacto antiterrorista, respondió que la cuestión es "recuperar la confianza", informa Miguel González. "Hemos avanzado un tramo importante para recuperarla, pero aún queda", concluyó Zapatero.

El féretro de Juan Manuel Piñuel llega a la Catedral Nueva de Vitoria