_
_
_
_
Análisis:EL ACENTO
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La decepción de Einstein

Nada es lo bastante grotesco e increíble como para que el ser humano medio no lo crea", escribió en 1906 con acerba lucidez Mark Twain en su corrosivo panfleto Reflexiones sobre la religión, en el que, para escándalo de puritanos y púlpitos diversos, señalaba las trivialidades, sinsentidos y crueldades de la Biblia. Cuarenta y ocho años después, Albert Einstein precisaba, en carta que se acaba de conocer, su decepción intelectual sobre la religión y la Biblia en parecidos términos. "La palabra Dios para mí no es más que la expresión y el producto de la debilidad humana; la Biblia es una colección honorable, pero primitiva, de leyendas bastante infantiles". Twain y Einstein coincidieron en su denuncia de los banales fundamentos de la religión, aunque sus actitudes públicas fueron bien diferentes. Mientras que el creador de Tom Sawyer y Huckleberry Finn combatió públicamente la religión como una superstición dañina, Einstein mantuvo una tibia distancia hacia la creencia en un ser superior. Incluso empleó parábolas religiosas para simplificar fórmulas complejas: "Dios no juega a los dados en el universo" es su concesión más famosa y elegante a la religión.

Pero en su carta al filósofo Eric Gutkind, el formulador de las teorías general y especial de la relatividad anticipa el descubrimiento de esa farsa peligrosa, hoy tan común, de quienes esgrimen sus creencias para reclamar superioridad sobre el resto de los mortales. "Encuentro doloroso", dice Einstein a

Gutkind, "que reclame usted una posición de privilegio y trate de defenderla con dos muros de orgullo, uno externo como hombre y otro interno como judío".

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Einstein no tenía un carácter tan vitriólico como Twain, por lo que cabe entender sus apreciaciones sobre la religión como la decepción personal y profunda de un hombre que por aquella época intentaba sintetizar las leyes del universo. A la vista del mundo que le tocó vivir y ahormar, sorprende que no exhibiera un escepticismo más amargo. Twain se lo habría contado así: "En cuestión de religiones, siempre progresamos hacia atrás".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_