Los agentes detenidos afirman que Ginés Jiménez es el único culpable
El juez mantiene la prisión sin fianza para 13 de los guardias de Coslada
Los 13 detenidos que están en prisión acusados de pertenecer a la banda policial mafiosa y de corrupción de Coslada (83.200 habitantes) desfilaron durante toda la mañana de ayer por el Juzgado de Instrucción número 21 de la plaza de Castilla. Al ser preguntados por los periodistas, los inculpados acusaron al jefe de la Policía Local, Ginés Jiménez Buendía, de sus detenciones. "Han ido a por Ginés y se han llevado a todos nosotros por delante", afirmó Fernando J. M., que lleva siete años de policía municipal.
El titular del Juzgado de Instrucción número 21, Eduardo Cruz, llamó ayer a todos los detenidos y les ratificó el auto de ingreso en prisión. Las comparecencias comenzaron a las 10.30 de la mañana y terminaron cerca de las dos de la tarde. El primero en pasar delante del magistrado fue el policía Antonio José C. A., que está acusado de cuatro delitos: asociación ilícita, abusos sexuales, falsificación de documento mercantil y estafa.
El tercero en pasar fue el supuesto cabecilla de la red mafiosa, Ginés Jiménez. Con la mirada altiva, barba de dos días y esposado, el jefe de la Policía Local se limitó a decir que estaba "bien" cuando fue preguntado por EL PAÍS. Después, siguió andando por el pasillo custodiado por dos guardias civiles. Justo al lado estaba su hijo, con el que no intercambió ninguna palabra. El abogado José Andrés Díez dejó ayer la defensa de Jiménez por motivos familiares, pero le defendió en la vistilla celebrada por la mañana. "Es consciente de su situación y está preocupado por su imagen", afirmó el letrado, que pidió la puesta en libertad del policía al no existir riesgo de fuga y estar suspendido de empleo y sueldo durante seis meses.
A partir de entonces, los detenidos fueron pasando uno a uno delante del juez. Cuando eran preguntados por los periodistas, todos negaban que fueran culpables de lo que se les acusa y dirigían sus acusaciones directamente contra Ginés Jiménez. "Soy inocente. Estoy aquí por Ginés", gritó Mario F. N. en medio del pasillo de la séptima planta de los juzgados de la plaza de Castilla. Era el sexto imputado que acudía a la vistilla, pero no fue el último. Está acusado de asociación ilícita, abusos sexuales, falsificación de documento mercantil y estafa.
"Él es el culpable de todo", lanzó a gritos Carlos M. G., el supuesto número dos de la trama mafiosa y supuesto hombre de confianza de Ginés Jiménez, tras prestar declaración. Vestía una sudadera con capucha negra. Se le imputan nueve delitos, entre ellos prevaricación, estafa, lesiones y abusos sexuales.
Uno de los detenidos se dirigió directamente a su esposa, que estaba sentada en un banco: "Tranquila, que no he hecho nada". Instantes después prorrumpió en sollozos, justo antes de entrar en la sala de audiencias. A la salida, unos cinco minutos después, su mujer le acompañó hasta el ascensor que le conducía a los calabozos. No dejó de darle ánimos: "Tranquilízate, que estoy contigo. Eres fuerte y eres inocente. Vas a salir libre". De fondo, se oían los lloros de un hombre corpulento que iba con los grilletes puestos.
El testimonio más revelador llegó al filo de las dos de la tarde. Justo cuando iba a ser bajado a los calabozos, Fernando J. M. habló con los periodistas durante un par de minutos. "Estamos destrozados y no nos creemos lo que está pasando. Ginés tenía sometido a todo el cuerpo de policía de Coslada", afirmó este agente, de 30 años, que lleva siete como agente en el municipio. Está acusado de los delitos de asociación ilícita, abusos sexuales, delitos contra la integridad moral, lesiones, sustracción y apropiación indebida de droga y efectos, prevaricación y tenencia de armas prohibidas. "Cuando tenía 10 ó 15 años, ya tenía miedo a Ginés", añadió con la mirada fija.
Fernando J. M. negó la importancia del grupo de policías llamado el Bloque. "Somos un grupo de amigos que quedábamos para comer y para salir. Íbamos incluso con nuestras esposas", añadió el policía detenido.El Bloque había sido conocido hasta ahora como el grupo de policías, integrantes en su mayoría del turno de noche, que ejecutaba, supuestamente, las órdenes de coacción y amenazas a los empresarios y comerciantes de la localidad. Fernando J. M. reconoció que este grupo tenía un himno y una bandera, pero que lo hacían como algo simbólico, y por eso restó importancia a este hecho.
Los agentes de la Brigada Provincial de Policía Judicial hallaron una bandera y un himno en una de las taquillas de la Policía Local que fueron registradas el pasado jueves, tras ser detenidos 26 agentes.
Fuentes judiciales aseguraron que la ruptura entre los integrantes del llamado Bloque y el jefe de la Policía Local ha sido total en los últimos días. Los arrestos han motivado la desconfianza entre los guardias detenidos y, de hecho, no hay relación entre los agentes y Ginés Jiménez. "Le evitan y no quieren saber nada de él", aseguraron fuentes judiciales. El jefe de la Policía Local se muestra además poco comunicativo, frío y distanciado de sus compañeros.
En la prisión de Alcalá-Meco, Jiménez se encuentra también aislado. No suele pasear con otros compañeros durante la salida al patio. También se le ve solo en la sala de estar, mientras los otros agentes hablan entre ellos o caminan juntos. Los detenidos ingresaron en el módulo 6 de preventivos, donde sólo se encontraban ellos. Tras pasar el correspondiente reconocimiento médico y abrirles las fichas con sus fotos y huellas dactilares, fueron trasladados al módulo 8 de preventivos, destinado a integrantes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
Los abogados tienen previsto solicitar que se levante el secreto del sumario para poder conocer todas las pruebas que existen contra sus clientes. "No sabemos realmente qué es lo que hay y creemos que están exagerando el caso", afirmó ayer un letrado. Los abogados también recurrirán ante la Audiencia Provincial de Madrid las órdenes de ingreso en prisión, al entender que no existen "razones objetivas" para mantener esta medida.
La Comunidad de Madrid se ha presentado como acusación particular, ya que algunos detenidos formaban parte de las Brigadas Especiales de Seguridad de la Comunidad de Madrid (Bescam), un grupo de agentes financiados por el Gobierno regional.
El Ayuntamiento de Coslada tiene previsto aprobar mañana en el pleno la creación de una comisión de investigación por la supuesta trama de corrupción en la Policía Local.
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