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La ofensiva terrorista

La onda estremece El Palo

El guardia asesinado se ofreció a ejercer tres años en Euskadi para poder ir luego destinado a Málaga, donde vive su familia

La furgoneta bomba que mató a Juan Manuel Piñuel Villalón en la casa cuartel de Legutiano (Álava) sacudió con una onda de abatimiento a la barriada de El Palo, en Málaga. En este distrito vive la familia del guardia civil asesinado por ETA en la madrugada del miércoles. Y de este barrio salió Piñuel el pasado martes a mediodía, tras un permiso de 72 horas, para montar guardia en el cuartel donde encontró la muerte.

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Piñuel, nacido en Melilla en 1967, estaba casado y era padre de un niño de seis años que ayer quedó al cargo de sus abuelos maternos. El agente sólo llevaba 25 días en el País Vasco. Después de dos años de servicio en Zaragoza y seis en Llombai, a 34 kilómetros de Valencia, el guardia decidió acercarse a Málaga, un destino muy codiciado. Tanto que para la mayoría de los agentes el camino más corto pasa por dar un rodeo de 900 kilómetros y marcharse como voluntario durante tres años a Euskadi. Con ello consiguen un puesto de preferencia a la hora de solicitar destino.

El agente asesinado, hijo y nieto de militares y muy deportista, ingresó en la Academia de la Guardia Civil de Baeza (Jaén) en 1997, tras una oposición en la que obtuvo la mejor nota de 900 aspirantes, y recibió su primer destino en 2000. Durante toda la mañana de ayer, decenas de vecinos y guardias civiles de paisano acudieron a la casa de los suegros de Piñuel a dar el pésame. Todos se referían al guardia asesinado como una "buena persona" y "muy familiar y apañao", uno de los mayores piropos que se pueden escuchar en Málaga.

Muchos habitantes de El Palo trabajan o tienen relación con las fuerzas de seguridad. "Me he enterado esta mañana y se me han revuelto las tripas. Tengo un hijo en la Guardia Civil que ha estado tres años en el País Vasco", afirmaba un jubilado que pasó por el domicilio familiar a mostrar sus condolencias.

En Llombai, donde el agente pasó la mayor parte de su vida profesional, Carlos, el camarero del bar Kepan's, no daba crédito a la noticia: "Venía aquí todos los días, a veces con su mujer. Llevaba tanto tiempo aquí que era uno más. Era muy abierto, se hizo con todo el mundo enseguida".

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La familia de Piñuel recibió la noticia a primera hora de la mañana de boca de unos agentes del Cuerpo Nacional de Policía. Sobre las 10.30, una decena de parientes, encabezados por la viuda y dos hermanas del agente asesinado, se montaron en un microbús con destino al aeropuerto. Allí tomaron un avión con destino a Vitoria, donde se celebrará el funeral a las 10.30 de hoy. Después, la familia regresará con el cuerpo de Piñuel a Málaga.

La viuda del guardia Piñuel, a su llegada a la capilla ardiente.
La viuda del guardia Piñuel, a su llegada a la capilla ardiente.SANTOS CIRILO

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