El PIB avanza en el primer trimestre al ritmo más débil desde 1995
La economía crece un 2,7% en tasa anual, frente al 3,5% con el que cerró 2007
La economía española, que ha protagonizado más de una década de pujante crecimiento, tiene el pulso cada vez más débil. Estadística a estadística, los peores augurios de los expertos se confirman. El último dato que apuntala una crisis ya galopante lo publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística: en el primer trimestre, el PIB creció a una tasa interanual (respecto al mismo periodo del año pasado) del 2,7%, un acusado frenazo si se compara con el 3,5% interanual del último trimestre de 2007. Pero el deterioro económico es más patente si lo que se relaciona es el PIB de diciembre con el de marzo: el crecimiento trimestral apenas fue del 0,3%, el más bajo desde 1995.
El comunicado del Instituto Nacional de Estadística da pocas pistas sobre las razones del frenazo, que achaca "a una menor contribución de la demanda nacional", a la espera de un análisis más detallado que publicará la próxima semana. Pero expertos, organismos internacionales y el propio Gobierno airean desde hace meses los motivos de la intensa desaceleración que ahora empieza a hacerse patente. A los efectos de la crisis financiera internacional, que hace más costoso el endeudamiento para costear las decisiones de consumo e inversión, se suma en España el descalabro del sector inmobiliario, que en los últimos años había adquirido un peso desorbitado.
"La desaceleración es clara y se puede decir que profunda", admite Solbes
El gobernador del Banco de España pide reformas en el mercado laboral
Para calibrar la intensidad del frenazo, hay que escarbar en las estadísticas. No se registraba un crecimiento anual tan bajo (2,7%) desde el último trimestre de 2002, un año en el que la economía española encajó el impacto del estallido de la burbuja tecnológica en los mercados bursátiles y la caída del comercio internacional tras los atentados del 11-S en Nueva York. Y una moderación de ocho décimas en la tasa interanual (del 3,5% del último trimestre de 2007 al 2,7% actual), sólo se registró a mediados de 2000, cuando la economía española bajó un poco el pistón tras marcar su máximo (5,8%) en esta larga etapa de expansión.
Si el deterioro va a más, como auguran varios expertos, la siguiente referencia habrá que buscarla en la recesión de 1993, cuando el valor del PIB llegó a retroceder un 2,8%. "La economía va a seguir ralentizándose a este ritmo", señaló Carlos Maravall, de Analistas Financieros Internacionales. Para este experto, el crecimiento trimestral se debilitará aún más hasta "marcar mínimos a finales de año". Algo que también se reflejará en el mercado laboral, con destrucción de empleo y una tasa de paro cercana al 11%, según sus cálculos.
Otras previsiones son más optimistas, pero en lo que coinciden la inmensa mayoría de los expertos es en que la desaceleración que ahora empieza a reflejarse en los datos macroeconómicos se prolongará hasta finales de 2009. El Gobierno opone un análisis más halagüeño: la desaceleración dejaría el crecimiento económico este año en el 2,3%, pero la actividad empezaría a recuperarse en la segunda mitad de 2009.
"La desaceleración es clara y se puede decir que profunda", afirmó el vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes, antes de una reunión del Eurogrupo en Bruselas. Pero aseguró que los datos del primer trimestre "son compatibles" con las previsiones del Gobierno.
Las conclusiones del Eurogrupo vinieron en auxilio del análisis de Solbes. Su presidente, el primer ministro luxemburgués, Jean Claude Juncker, confirmó que la actividad económica "se corregirá a la baja" hasta situarse en el 1,7% este año en la UE, muy lejos del 2,6% alcanzado en 2007. Pero añadió que "no hay riesgos de recesión en Europa" y basó "la resistencia europea" en el crecimiento del empleo, que cifró en el 0,9% y el 0,5%, para este año y el próximo, respectivamente. El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, apoyó esta perspectiva menos pesimista de los ministros de Economía de la Unión Monetaria, y adelantó que Bruselas espera "una ligera recuperación a principios de 2009", informa Andreu Missé.
El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, también alejó ayer el fantasma de la recesión. Es una posibilidad "nula", aseveró desde Barcelona, donde pronunció una conferencia en el Círculo Financiero. Sí reiteró, en cambio, que habrá una disminución del consumo y del empleo a corto plazo, por lo que consideró necesario que se tomen medidas "estructurales", más allá de las anunciadas por el Gobierno, para reactivar la economía y compensar el "inevitable aumento del desempleo" en la construcción. Fernández Ordóñez, que reclamó más reformas en el mercado laboral, también mandó un claro mensaje a bancos y cajas para que "modulen de forma apropiada la desaceleración" del crédito, informa Serafí del Arco.
Sobre las medidas tomadas hasta ahora por el Gobierno, la oposición fue muy crítica. El portavoz de Economía del PP en el Congreso, Cristóbal Montoro, indicó que "ante una fase clara de estancamiento económico y destrucción en el empleo, el Gobierno socialista reacciona sólo con palabras inconcretas e imprecisas". El portavoz de CiU, Josep Sánchez Llibre, sostuvo que "si la tendencia del primer trimestre se prolonga, el crecimiento en 2008 estará muy por debajo de las previsiones del Gobierno".
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