A los cacos les gusta el lujo
Tras seis asaltos en una semana, el comercio de Serrano pide cambios en la ley
"De nuevo han robado el comercio de Serrano Store. Esta vez, por el muro, no por la vitrina. Todavía no sabemos el importe". Con este lacónico mensaje, en italiano, Javier Delgado, gerente del comercio de Salvatore Ferragamo, comunicaba el lunes a su casa matriz en Florencia el robo mediante butrón cometido el pasado domingo en su tienda, el quinto en tres años.
"Es desesperante", aseguraba ayer Delgado, mientras continuaba con el inventario. A escasos metros de allí, en la tienda de Hugo Boss saqueada el domingo, reparaban el escaparate. Las críticas por la situación iban para los políticos: "Se les debería caer la cara de vergüenza. Serrano es el escaparate comercial no ya de Madrid, sino de toda España, y aquí sólo hay inseguridad e impunidad", señalaba Hilario Alfaro, de la Confederación de Comercio Especializado de Madrid (COCEM).
Los comerciantes de la zona siguen inmersos en una psicosis ante la última oleada de asaltos. Para COCEM, es necesario un cambio en la legislación y en la aplicación de la justicia. "No puede ser que haya 50 personas con más de 3.200 detenciones y sigan en la calle", decía Alfaro. "Tampoco puede ser que todo el mundo sepa que si cometes un delito contra el patrimonio, en un 99% de los casos quedes en libertad condicional hasta la celebración del juicio; con el actual atasco de la justicia, hasta dentro de tres años", según palabras de Armando Rodríguez, secretario general del gremio de joyeros madrileños.
Respecto al incremento de la vigilancia policial, Rodríguez lo considera una solución "chapucera". "Que yo sepa, no se ha incrementado el número de efectivos policiales en Madrid, de modo que si hoy hay más policías en Serrano, habrá menos en cualquier otro barrio", añade.
En la misma línea, Javier Delgado, gerente de la tienda de Ferragamo, consideraba ayer "que con unos cuantos policías más patrullando este mes no se arreglan las cosas. Esto no es nuevo. Los robos se hacen por encargo, porque hay un mercado. Hasta que no vayan al fondo del asunto no van a parar".
Ante esta situación, muchos de los locales del lujo han optado por la seguridad privada. Denuncian, además, el hecho de que desaparezcan de vez en cuando bolardos de la acera colocados por el Ayuntamiento y que no se restituyan. Para otros, ni siquiera esos parapetos sirven. "A mí no me sirvieron, consiguieron meter el coche en la acera por otro lado y los estamparon contra el escaparate, así que tuvimos que colocar unas barreras hidráulicas", explican desde la joyería Suárez.
Esa clase de bolardos -ocultos en el suelo durante el día-, son habituales en otros establecimientos de la zona. También los guardas jurados permanentes, las puertas herméticas e incluso los gases lacrimógenos que se disparan cuando la tienda es forzada. "Pero estas medidas no son accesibles para todo el mundo. Si quieres seguridad integral tienes que empezar por contratar a un especialista, que de entrada se lleva unos 2.500 euros al mes", explicaba el joyero Armando Rodríguez.
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