Dos trenes de Ferrocarrils estuvieron a 20 metros de chocar el viernes
Los sindicatos dicen que falló la señal y la empresa habla de error humano
Fallo en los automatismos (como dicen los sindicatos) o error humano (según sostiene la dirección de Ferrocarrils de la Generalitat, FGC), lo cierto es que el pasado viernes 9 de mayo, poco después de las 21.30 horas, dos trenes estuvieron a unos 20 metros del choque en la estación de Sant Vicenç de Castellet. La empresa no hizo público el incidente "porque no hubo afectados, ni personales ni en el servicio", según un portavoz del Departamento de Política Territorial.
El miércoles un tren entró en la estación de Masquefa por una vía ocupada
FGC dice que fallaron el operador del control y el maquinista
Dos días antes, el miércoles 7 de mayo, otros dos trenes vivieron el mismo avatar en la estación de Masquefa, cuando el conductor fue autorizado a saltarse un semáforo rojo en un paso a nivel porque "estaba estropeado", según fuentes de FGC.
El incidente más grave, aunque no tuvo consecuencias "por la rápida actuación de los maquinistas, que hicieron lo que debían", según coinciden en afirmar sindicatos y la compañía, se produjo cuando un tren de mercancías cargado con potasas que circulaba en dirección a Barcelona fue autorizado a saltarse dos semáforos en rojo "para agilizar el servicio", siempre según fuentes de la empresa. En la estación de Sant Vicenç de Castellet, en la línea de Manresa, hay tres vías. En la central estaba parado un tren de pasajeros con destino a Barcelona. El mercancías fue autorizado a pasar por una de las otras dos vías, al mismo tiempo que entraba otro tren de pasajeros con destino a Manresa. Ambos convoyes se encontraron frente a frente y los maquinistas los frenaron, de manera que quedaron a unos 20 metros el uno del otro, según los sindicatos, "aunos 30 metros" según la compañía.
Según los representantes sindicales, se produjo un fallo en el sistema de señales. Añaden que el pasado mes de septiembre el delegado de prevención ya se dirigió al presidente del comité de seguridad de la línea para indicarle la conveniencia de mejorar el sistema de protección automática de los trenes y evitar este tipo de riesgos. La empresa, en cambio, sostiene que fue un fallo humano. O para decirlo con más exactitud: hasta cuatro fallos. Tres los cometió el operador que autorizó al mercancías a saltarse un semáforo en rojo "dando prioridad a la velocidad sobre la seguridad"; el otro, el maquinista que, siempre según FGC, apretó el botón equivocado y autorizó al tren a saltarse el semáforo y, también, a entrar con el cambio de vías equivocado.
"Es importante decir que no hubo en ningún momento, ni en Sant Vicenç ni en Masquefa, peligro para los pasajeros. El mercancías viajaba a una velocidad máxima de 10 kilómetros por hora, de modo que pudo parar tranquilamente al ver otro tren parado en la misma línea", explicó el portavoz de Política Territorial,departamento del que depende Ferrocarrils de la Generalitat.
Los errores del operador del sistema de control fueron, dijo el portavoz, varios. Primero, no priorizar la seguridad, pues un tren de mercancías puede esperar sin problemas cinco minutos; segundo, puestos a hacerlo, no anular todos los automatismos, lo que hizo que el cambio de agujas dirigiera a ambos trenes a la misma vía; tercero, no informar al jefe de sala. El mismo viernes, añadió el portavoz, se reunió el comité de seguridad y abrió un expediente informativo, otro disciplinario y un tercero sancionador para los dos trabajadores.
En Masquefa, donde sólo hay dos vías, se produjo un error distinto. Se autorizó el paso a un tren pese a que el semáforo de un paso a nivel estaba en rojo, aunque las barreras estaban bajadas. El semáforo estaba estropeado. El resultado fue un incidente similar, también sin heridos.
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