Reforma penal
Mis educadores siempre me han inculcado el respeto a la justicia y sus fallos, pero en la medida que se divulgan sentencias, aunque se respeten, se entiende por qué se denominan fallos.
¿Acaso no es fallo que al violador de su propia hija se le condene a tres años y se le retire la patria potestad, para recuperarla cuando termine la condena? ¿No es un fallo que delincuentes de guante blanco, ayudados por prestigiosos bufetes de abogados, prorroguen juicios hasta que prescriba el delito? ¿No es un fallo que un presunto delincuente acumule cantidad de causas y no tenga sentencias? ¿No es un fallo que el fiscal haga un paquete con 70 causas y de acuerdo con los abogados (caso Julián Muñoz) todo quede en una mínima condena? Podría continuar con otros muchos ejemplos, pero pienso que queda claro por qué al ciudadano medio cada día le cuesta más creer en la justicia debido a sus fallos, que propicia que delincuentes de otros países vengan al nuestro a efectuar sus fechorías, porque la justicia que hoy tenemos les favorece.
Urge una reforma de las leyes penales, pero sería importante que los legisladores tuvieran claro que todo estafador, ladrón o malversador debería ser condenado a devolver hasta el último céntimo al perjudicado, o a la sociedad, o, de lo contrario, tendría que seguir encarcelado hasta el total pago. Ésta sería la sentencia justa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.