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La extraña vida de película de los Wachowski

Los autores de 'Matrix' estrenan 'Speed racer' convertidos en la comidilla de Hollywood

Speed conduce su coche Match 5 en un fotograma de <i>Speed racer.</i>
Speed conduce su coche Match 5 en un fotograma de Speed racer.

Todos los que han trabajado con los hermanos Larry y Andy Wachowski están de su lado. Emile Hirsch, protagonista de Speed racer, asegura que son de lo más "normales, cercanos y llanos", y que ansiaba trabajar con ellos.

Larry, el mayor, vive desde 2002 con la 'dominatrix' Karlin Winslow
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Christina Ricci los compara con su hermano mayor por proximidad y por gustos musicales. Susan Sarandon admira el "talento" y la "pasión" de estos hermanos, que John Goodman, también participante en Speed racer, compara con los Coen. "En realidad, son sencillamente un par de tíos de un barrio de Chicago". Dentro de esta "naturalidad" ni un miembro del reparto habla de lo que sí es la comidilla de Hollywood desde 2002. Aquel año, Larry -el hermano mayor- se divorció de su esposa, Thea Bloom, su novia del instituto, según los papeles legales por "deshonestidad" en circunstancias "muy íntimas". Desde entonces Larry vive con la dominatrix (ama o mujer dominante en el mundo sadomaso) Karin Winslow, más conocida por el sobrenombre de Isla Strix. Además, el director se ha sometido supuestamente a una operación de cambio de sexo. "No creo que sea cosa mía decir algo. No sería educado", ataja Matthew Fox, otro de los actores de Speed racer. El misterio continúa también sobre su cambio de nombre -ahora Lana, Linda o Laurenca-. Los periodistas que visitaron el rodaje de Speed racer en Berlín vieron el nombre de Larry -junto al de Andy- en la hoja de rodaje, en contra de las declaraciones de Buck Angel, un transexual zaherido tras ser abandonado por Winslow, que con todo el veneno del mundo dijo que Larry es un "pedazo de drag queen".

La única fotografía reciente de Andy y Larry muestra al hermano pequeño, con un aspecto más cercano al de un camionero con gafas, calvo y subido de peso, junto a Larry, dos años mayor, fino en sus facciones, pañuelo en la cabeza y cejas depiladas. No hay más imágenes, porque ambos se niegan a todo tipo de promoción o de contacto con la prensa.

El estreno de Speed racer llega casi una década después de que el talento de los Wachowski fuera comparado con el de un nuevo Stanley Kubrick gracias a la huella que dejó en 1999 Matrix. "No es que quiera compararles, lo digo por el talento y la mitología que les acompaña", justificaba su productor, Joel Silver. Desde luego, si en algo se parecen los Wachowski a Kubrick es en su escaso contacto público, razón por la cual Silver, productor de los hermanos desde el primer Matrix, se ha convertido en su voz mientras los creadores esconden su rostro. "Al principio participaban en la promoción, pero lo odiaban tanto que se negaron a seguir. Y si eso es lo que quieren, no seré yo quien se lo rehúse. Ellos aseguran que lo que han filmado es lo que quieren decir. No hace falta más", resume Silver. Pero, según la crítica, su obra tampoco dice mucho. Los Wachowski se dieron a conocer como directores con Lazos ardientes, un thriller con garra sobre lesbianas del que saltaron a la tenebrosa trilogía seudofilosófica de Matrix. Pasaron de su colaboración como productores y guionistas en la ácrata V de Vendetta, a su no reconocido trabajo en Invasión. Ahora dan el salto a una película familiar basada en la popular serie japonesa de dibujos animados. Una filmografía escasa para una década en Hollywood, y en la que la popularidad y los resultados en taquilla han ido descendiendo. Silver está seguro de que "los hermanos volverán a revolucionar el sistema" con Speed racer. La industria y la crítica no están tan seguras. Como resume The Village Voice, el filme tiene tantas posibilidades de "poner en marcha una nueva revolución como de arrancar una pesadilla".

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