El CSN ignora las causas de la fuga de Ascó tras cinco meses
El origen de la fuga radiactiva producida el pasado noviembre en la central nuclear de Ascó I (Tarragona) sigue sin aclararse. El motivo del accidente fue puesto en duda ayer por técnicos del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que se desmarcaron de la "versión ofrecida por la central". Ésta se había asumido hasta ahora. Supuestamente, se produjo porque un operario vertió un bidón con 50 litros de agua contaminada en la piscina de combustible. El sistema de ventilación del recinto acabó lanzando partículas al exterior. Fuentes del CSN se distanciaron ayer de tal explicación, sin rechazarla. "Ni sabemos ni podemos corroborar que eso fue lo ocurrido", matizaron.
Un portavoz del CSN aclaró que la investigación sigue abierta. "Lo que dijimos es la información que nos proporcionó la planta de Ascó. Estamos trabajando para confirmarlo", dijo.
El CSN abrió un expediente a la central hace tres semanas por ocultar información. Los responsables de Ascó, propiedad de Endesa e Iberdrola, le habían quitado dos ceros a la magnitud de la fuga. Cuando el CSN detectó que el escape había sido 100 veces mayor al reconocido, el incidente pasó a ser uno de los cuatro más graves de la historia nuclear española, como Greenpeace había alertado desde el principio.
Ayer, esta ONG reiteró sus criticas al CSN por su investigación. "Una de tres: o no son transparentes; o no dicen la verdad; u ocultan muchas cosas", argumentó Carlos Bravo, responsable de nucleares de Greenpeace. "Pretenden desviar la atención con actuaciones de grueso calibre", remachó en referencia a los análisis que el CSN efectúa a 993 personas, en su mayoría estudiantes que visitaron el recinto antes de que el escape se hubiera hecho público. "Sólo se hace cara a la galería", admitió ayer Francisco Sánchez, director de operaciones de Tecnatom, empresa que realiza las mediciones para el CSN. "Los análisis de gente ajena a la planta no sirven para nada, pero tranquilizan". Sorteó así los eufemismos del CSN, que en una nota emitida ayer justificó tales mediciones por "aspectos sociales y psicológicos". Ninguna de las 1.625 personas analizadas, de entre las 2.544 previstas, muestra restos de contaminación.
Por otro lado, la fábrica de combustible nuclear de Juzbado (Salamanca) informó ayer al CSN de una contaminación en una zona interna de la planta. Según la nota de la web del CSN, no ha habido personas afectadas ni liberación al medio ambiente.
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