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Reportaje:

Bañera 'superstar'

La policía devuelve a Italia una pieza romana valorada en 300.000 euros

José Ángel Montañés

Pocos diseñadores reúnen a todos los medios de comunicación en la presentación de sus nuevos trabajos. Y si hablamos de mobiliario de baño, menos. La cosa cambia cuando la protagonista es una bañera romana realizada durante la época del emperador Adriano, una pieza valorada en 300.000 euros que fue robada en Roma en octubre de 2005 y que, tras ser localizada en marzo en Barcelona, fue entregada ayer por la policía española a la policía italiana en un acto multitudinario celebrado en el Museo Arqueológico de Cataluña (MAC).

En la misma sala donde la escultura de Esculapio se expuso durante casi 100 años antes de volver a Empúries, la bañera datada en el siglo II después de Cristo, ovalada y de 153 centímetros de largo, inició ayer su viaje de vuelta a Italia tras ser recuperada por el grupo de Patrimonio Histórico del Cuerpo Nacional de Policía (CNP). Su responsable, Manuel Costoso, la entregó a dos cargos de la policía italiana desplazados desde Palermo, en presencia de Pere Izquierdo, director del MAC, donde la bañera ha estado depositada, y de Elio Traina, director del Instituto Italiano de Cultura.

Según la policía, la bañera fue robada de los jardines de una villa romana en octubre de 2005. Los ladrones no tuvieron problemas para trasladar su media tonelada de mármol, por lo que se cree que actuaron sabiendo lo que robaban. Entonces comenzó un viaje de recorrido incierto hasta que a mediados de 2006 un anticuario barcelonés la adquirió por 3.000 euros en una feria de brocanters en Sant Fruitós de Bages. En Barcelona permaneció a la venta durante un año por 6.000 euros sin encontrar comprador, hasta que despertó el interés policial. La policía italiana, la Interpol y el CNP determinaron que la pieza era la misma que fue robada en 2005 en Italia, tras observar que una grieta de la piedra sobre una de las figuras era idéntica. Según Costoso, el anticuario actuó de buena fe ya que consideró que estaba ante una copia moderna. La investigación sigue abierta para determinar cómo se transportó la bañera y quién la vendió en España (posiblemente un ciudadano italiano la trasladó en barco, en un contenedor), y si fueron las mismas personas que la sustrajeron de Italia.

Izquierdo destacó el valor de la bañera recuperada, pues sólo se conoce otra igual que se exhibe en los museos vaticanos, y explicó la decoración que recorre tres de sus lados: bajorrelieves con figuras humanas, ménades danzando, hombres desnudos, máscaras y pequeñas figuras aladas sobre toros, que representan una escena teatral.

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Sobre la firma

José Ángel Montañés
Redactor de Cultura de EL PAÍS en Cataluña, donde hace el seguimiento de los temas de Arte y Patrimonio. Es licenciado en Prehistoria e Historia Antigua y diplomado en Restauración de Bienes Culturales y autor de libros como 'El niño secreto de los Dalí', publicado en 2020.

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