El IRPF vasco sigue a rebufo del estatal

¿Se pagan en Euskadi más o menos en impuestos que en el resto de España? La aplicación de la reforma del IRPF aprobada en 2007 en la campaña de la Renta de este año, que mañana se inicia en Vizcaya y Álava, mientras que en Guipúzcoa comenzó ya el pasado 18 de abril, da pie a esta reflexión. Como ocurre en todas las cuestiones fiscales, la respuesta resulta complicada.

A grandes rasgos, el IRPF que los vascos deben cumplimentar en estos dos próximos meses con cambios significativos con respecto al del ejercicio anterior, resulta muy similar al que se aplica en el territorio común (toda España menos Euskadi y Navarra). Por regla general, las rentas elevadas pagan algo más en el País Vasco y las medias y bajas, algo menos, según señalan los expertos. Las diferencias son muy pequeñas y varían por cualquier detalle.

Por ejemplo, una mujer trabajadora con hijos menores de tres años se ve más beneficiada si tributa fuera del País Vasco, porque cuenta con una deducción de 1.200 euros que no existe en Euskadi. Sin embargo, en la comunidad autónoma las deducciones por hijos son un 10% más altas y las bonificaciones por rendimientos del trabajo se elevan un 15% respecto al territorio común. "Si hubiese grandes ahorros en un sitio y otro, habría traslados de domicilios, algo que no solemos hacer", comenta José Mendieta, consejero del despacho de abogados Cuatrecasas en Bilbao.

La estructura del impuesto es la misma en Euskadi y en territorio común. La última reforma del IRPF vasco, que entra en vigor en esta nueva campaña, se ha limitado a adaptarse, como en ocasiones precedentes, a los cambios impulsados con anterioridad desde el Gobierno central, con algún cambio no sustancial.

Las diferencias más significativas se mantienen en los tipos máximos y mínimos (45% y 23% en Euskadi y 43% y 24% en territorio común) y en las deducciones por vivienda habitual. En el País Vasco se mantiene el sistema del crédito fiscal (la cantidad máxima que se puede deducir) que impulsó en 1998 el entonces vicelehendakari Juan José Ibarretxe, aunque la reforma supone fijarlo en 36.000 euros por unidad familiar, que se aplicará por cada contribuyente y no por vivienda como hasta ahora.

La deducción es del 18% sobre una base de 12.000 euros. En el resto de España, en cambio, no hay un límite en la cantidad a deducir por la vivienda habitual y se establece una deducción general del 15% con un máximo anual de 9.000 euros.

Con esta fórmula, un contribuyente que amortiza más su hipoteca a corto plazo paga menos impuestos, pero, en cambio, a largo plazo sale beneficiado quien tributa en territorio común, al no existir el crédito fiscal.

Otra cuestión serán las medidas aprobadas por el Gobierno central, como la deducción fiscal de 400 euros, o la deflactación (la adaptación a la inflación) de los tramos del IRPF. Las haciendas vascas han asegurado que harán una adaptación tributaria para igualar sus efectos a partir de julio, aunque todavía se desconoce cómo se articulará. Lo mismo pasa con la deflactación, una cuestión más significativa que otros años al haberse incrementando la inflación al 4,2%. "Con esas medidas, mejora la tributación en territorio común. Habrá que esperan hasta ver adónde llegan las haciendas forales para compararlo", afirma Mendieta.