A la calle por inseguro

La Ley de Prevención de Riesgos Laborales tiene doble sentido. No sólo afecta con duras penas a los empresarios que la incumplen, sino que también se empieza a aplicar con rigor a los trabajadores que se resisten a usar las medidas de seguridad en su puesto. La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia vasco ratificó a principios del pasado mes de abril el despido de un trabajador de la empresa MG por saltarse las normas de protección en dos obras. La sentencia, conocida ayer, confirma la decisión precedente del Juzgado de lo Social número 10 de Bilbao, que dio la razón a la firma constructora, que extinguió el pasado 9 de julio el contrato de su empleado S. H. P. por "reincidir en falta grave".

Un trabajador fallece en Abadiño tras recibir un golpe en la cabeza

La Sala de lo Social argumenta que si un trabajador sufre un accidente y se demuestra que no tenía medidas de seguridad apropiadas las sanciones para la empresa pueden ser muy duras porque está obligada a formarle en materia de seguridad y vigilar que usa los medios proporcionados. Ese hecho faculta a la empresa a exigir el cumplimiento de las normas de seguridad que deriven de los planes de prevención fijados por las autoridades correspondiente.

La sentencia, de la que ha sido poenente la magistrada Ana Isabel Molina Castiella, describe que la primera amonestación al empleado se produjo el 5 de marzo de 2007 por trabajar sin camiseta y en pantalón corto en una de las obras. Un día después, en otro tajo, volvió a ser amonestado por no usar los guantes. Pero es que además llovía sobre mojado. S. H. P. ya había sido sancionado con cinco días de suspensión de empleo y sueldo -en aplicación de los apartados 3 y 5 del artículo 81 del convenio de la Construcción de Vizcaya- tras sufrir quemaduras de diversa consideración en las manos durante una obra a la que acudió sin guantes de protección. Esa misma fecha causó un incendio en un compresor al dejar su ropa sobre la máquina para que el médico le curara las heridas.

El empleado era oficial gunitador, el que proyecta con una manguera o bien hormigón o productos químicos catalizadores para su endurecimiento.

El artículo 82.17 establece que la acumulación en un tiempo determinado de dos faltas graves se convierte en una muy grave que puede ser sancionada con el despido.

En opinión del alto tribunal, "existe la proporcionalidad exigida entre el incumplimiento y la sanción de despido". Y argumenta que tras las sugerencias y amonestaciones de la empresa para que los trabajadores utilicen las medidas de protección individual ésta puede promover un despido cuando se incumplen, "más aún teniendo en cuenta las graves consecuencias que vienen aparejadas si hay un accidente de trabajo y se acaba imputando ligereza o desatención a la empresa".

La defensa del trabajador estimó que las faltas no acarreaban riesgo y, por tanto, el despido tenía que ser declarado improcedente. Igual tesis mantiene el magistrado Florentino Eguaras en su voto particular.

No se trata del primer despido por esas causas que ratifica la Sala de lo Social del Superior. En julio de 2007 le enmendó la plana al juzgado instructor y avaló el despido de J. M. A. M. de una constructora de Vizcaya por incumplir reiteradamente las normas de seguridad.

[Un trabajador de 55 años falleció ayer en la empresa Tratamientos Térmicos Iurreta, sita en Abadiño, al recibir un fuerte golpe en la cabeza. Fuentes de Osalan que se trasladaron al centro del trabajo no pudieron precisar qué fue lo que golpeó al trabajador en la cabeza, pero apuntaron que pudo ser una plancha metálica o la pieza de una grúa. Se trata de la víctima mortal número 27 este año según la contabilidad de UGT con los preinformes de Osalan].