El presidente de la Kutxa plantea evaluar el coste de la 'no fusión' de las cajas

La llegada de Xabier Iturbe (Pasaia, 1963) a la presidencia de la Kutxa viene a sumar fuerzas al proyecto de fusión de las tres cajas vascas, aparcado por razones políticas, pero con todo preparado desde el punto de vista de las entidades. Apenas tres días después de tomar posesión de su cargo, ayer se declaró partidario de crear "una caja fuerte y potente" en el País Vasco, en coherencia con la línea marcada por sus dos inmediatos antecesores en el cargo, Fernando Spagnolo y Carlos Etxepare. Para reforzar esta idea, Iturbe planteó la conveniencia de "cuantificar el coste" que tendría la no fusión (seguir en la situación actual) o de retrasar esa decisión.

"La fusión debe respetar lo que hace y representa cada caja en su territorio"

En su primera intervención pública ante los medios de comunicación, pocos minutos después de estrenar despacho presidencial, Iturbe repasó la actual coyuntura económica y la situación de la entidad guipuzcoana. Reconoció que no conoce todavía en detalle las interioridades de la caja, razón que adujo para no aceptar preguntas de los periodistas. "Sería muy osado responder a cuestiones para las que seguramente no tendría la respuesta concreta. Primero tengo que empaparme", se quiso justificar.

Iturbe fue proclamado presidente de la Kutxa el pasado viernes tras ser presentado como candidato por el PNV y EA, coalición que ha obtenido 50 de los cien delegados de la asamblea general en las elecciones internas y acaparado 14 de los 17 miembros del Consejo de Administración. Antes había ocupado cargos directivos en Euskaltel durante los últimos diez años.

El nuevo presidente de la Kutxa no adelantó si dará continuidad a la gestión de su antecesor o va a cambiar sustancialmente los patrones de la gestión de Etxepare. Sin embargo, en la última parte de su intervención sí desveló que la Kutxa seguirá apostando por unirse con la BBK y la Vital: "Una caja fuerte y potente puede dar respuesta a los proyectos empresariales que por su volumen, dimensión o ubicación geográfica no pueden ser debidamente atendidos por las tres cajas por separado". Añadió que existe un "consenso bastante amplio" sobre las ventajas que supondría la fusión, que además "se va a ampliar y potenciar" dado el futuro "económico y financiero que se avecina".

En todo caso, más allá del debate sobre la creación de una caja "unificada o descentralizada", Iturbe opinó que lo fundamental es que, si se lleva adelante, "se haga bien y se respete lo que representa y hace cada caja en su territorio".

El nuevo presidente aprovechó la ocasión para destacar la "actitud colaboradora y el trato exquisito" que ha recibido de Etxepare, a quien agradeció su "buen hacer" los últimos cuatro años al frente de la entidad.

Pese al escaso tiempo que ha tenido para tomar contacto con la Kutxa, Iturbe resaltó ayer su "solvencia económica", "fortaleza financiera" y "solidez en el mercado". Su elevado nivel de fondos propios, escaso endeudamiento y baja morosidad le van a permitir afrontar la crisis "en una situación envidiable" y gestionarla "con garantías" desde el punto de vista empresarial.

Ante este ciclo negativo de la economía mundial, Iturbe abogó por organizarse y apostar por el valor añadido de la innovación. En este sentido, anunció que estrechará relaciones con la Cámara de Comercio y con la patronal guipuzcoana Adegi con la finalidad de "evitar que proyectos empresariales interesantes y rentables no se puedan llevar a cabo por problemas financieros. La Kutxa tiene que estar ahí".