Rosell arremete contra los políticos y exige más financiación para Cataluña

El presidente de la patronal Fomento, Joan Rosell, aprovechó la entrega de premios Carlos Ferrer Salat 2008 para despacharse con la clase política. Acusó a los gobiernos de "no haber hecho los deberes" en la época de bonanza para afrontar la actual crisis económica, exigió más inversiones en Cataluña y denunció la "cultura del no" como elemento paralizador de reformas que considera necesarias en la comunidad.

"El mismo partido -y me refiero a todos los partidos- en muy poco tiempo de diferencia no puede decir blanco en el Gobierno y negro en la oposición, no puede encabezar manifestaciones y plataformas y después ir en contra. No se puede cambiar de opinión por simple oportunismo político", sentenció. En una crítica dirigida sobre todo a la política catalana, Rosell pidió "poner nombres y apellidos a aquellos que utilizan la cultura del no como elemento destructivo y de interés personal".

Rosell hizo estas declaraciones en plena batalla política por el trasvase del Ebro y la sequía en Barcelona y cuando aún queda por resolver la interconexión eléctrica con Francia, elementos que han enfrentado a los propios partidos que integran el tripartito. Pero el líder empresarial también llamó la atención del Gobierno central y exigió más inversiones para Cataluña.

"No se pueden decir mentiras todo el tiempo y que además cuajen", y continuó: "Es hora de inversiones y de profundización en la descentralización. El aeropuerto de El Prat y su futuro será el ejemplo definitivo". Rosell puso el acento en las inversiones y recalcó que no se puede pretender que "porque sí, unos contribuyan mucho y reciban poco, y otros contribuyan poco y siempre reciban mucho". Rosell, que criticó la "excesiva laxitud presupuestaria" opinó que la única solución ante la crisis es efectuar reformas en sanidad, educación y pensiones.

Las compañías Nissan, Cirsa, Port Aventura y Schneider y el empresario Ignacio González Barros (Infojobs.net) fueron distinguidos ayer por Fomento. Los galardones fueron acompañados de las medallas de honor de la patronal, que recayeron en el Palau de la Música Catalana y en la escuela de negocios IESE.