La Ertzaintza impide la celebración

No hubo miramientos. La Consejería de Interior había prohibido la víspera el acto con el que la izquierda abertzale pretendía ayer celebrar en Durango (Vizcaya) el 30º aniversario del nacimiento de HB. Y la Ertzaintza montó ayer un potente despliegue en todo el municipio, apoyado desde el aire por un helicóptero, para evitarlo. Ni hubo mitin (sólo una improvisada declaración ante las cámaras), ni se permitió acabar la manifestación posterior de menos de 2.000 personas. La policía, que no tuvo casi ni que cargar ni emplear pelotas de goma, detuvo a diez personas. Otra resultó herida al caerse al suelo en una de las carreras que se sucedieron por el municipio. Los jóvenes cruzaron contenedores, pero el despliegue policial impidió que la marcha degenerara en graves incidentes.

En la explanada donde se reunieron históricos de Batasuna, la brigada móvil (cuerpo antidisturbios de élite) colocó una barrera de agentes. A las 17.30, los policías acudieron a hablar con los dirigentes independentistas. Entre ellos estaban el ex dirigente de ETA, Eugenio Etxebeste, Antxon; históricos de HB como Tasio Erkizia, Itziar Aizpurua o Txomin Ziluaga y uno de los pocos dirigentes de la actual Mesa Nacional no detenido, Iñaki Olalde, además de Kepa Bereziartua (ANV) o Rafa Díez (LAB). Mientras los abertzales no dejaban de gritar contra el PNV y en favor de continuar la lucha, Olalde acusó a "los Urkullu y Balza" de haber tomado la delantera al PSOE en la "represión". Recalcó que el PNV está dispuesto a "profundizar en la estrategia de represión" del PSOE. La policía indicó por megafonía que la concentración estaba prohibida, los presentes cantaron el Eusko Gudariak y salieron en manifestación, donde se gritó a favor de ETA y se llamó "español" al PNV. Minutos más tarde era disuelta.