La mirada distante

Entre el documentalismo rígido de los primeros fotógrafos, en el siglo XIX, y las imágenes conceptuales de George Rousse o Karen Knorr transcurrieron 138 años de miradas sobre Galicia. Y en ese recorrido localiza Manuel Vilariño, Premio Nacional de Fotografía en 2007 y comisario de la exposición Miradas alleas, "una relación de amor-odio con este país, la mirada distante pero que viaja al fondo de la memoria". Vilariño no niega "la pasión y la subjetividad" de su labor en el montaje de la muestra, organizada por la Secretaría Xeral de Comunicación, que Emilio Pérez Touriño inauguró ayer en la Igrexa da Universidade de Santiago de Compostela.

Miradas alleas recoge obra fotográfica de 37 autores foráneos que colocaron a Galicia delante de su objetivo. "La exposición comienza cuando Thurston Thompson llega, en 1865, enviado desde Londres por el Proyecto Fotográfico Ibérico, sin saber nada de Galicia", explica Vilariño, "y termina con las fotografías de Bernard Plossu, que entra en tren en el país". El comisario habla de "viaje al corazón de lo desconocido, un Marlow moderno que se adentra en territorio ignoto". Las fotografías de Plossu dibujan el paisaje montañoso, cubierto de neblina, por donde el ferrocarril accede a Galicia desde la meseta castellana.

El comisario Manuel Vilariño define fotografía: "registro y sueño"

Para reunir los materiales expuestos, Vilariño recurrió a instituciones, museos, colecciones particulares y universidades. "La colección Escrigas tiene un fondo sobre el XIX magnífico y la Universidad de Pamplona, sobre el pictorialismo de comienzos del XX", relata, "y, para los fotógrafos vivos, también utilicé mis relaciones, mis amigos". "La fotografía es registro y sueño", teoriza Manuel Vilariño, que define los primeros trabajos de Sellier en terreno galaico como "fragmentos de sombras". "Al final, la exposición se erige como un retorno al punto cero de la nostalgia", concluye.

Sebastião Salgado, Allan Sekula o el pictorialismo del Marqués de Santa María del Villar son algunas de las miradas alleas elegidas por Vilariño para trazar "complicidades y juegos". "En definitiva, se visualizan los cambios históricos y estéticos de Galicia a través de los cambios en la historia de la fotografía". El comisario se refiere a la irrupción del pictorialismo, el reportaje con cámara réflex y portátil, y la fotografía plástica de los años 70 como los tres grandes cortes refledos en la muestra.

El Presidente de la Xunta, que cerró anoche el acto inaugural de Miradas alleas, leyó la exposición a modo de "sorprendente catálogo de los cambios vividos por Galicia durante los últimos 150 años". Pérez Touriño calificó de "valor añadido" que las imágenes "fuesen recogidas por viajeros sin intereses subjetivos ni compromisos afectivos con el país que retratan". E inmediatamente se dispuso a arrimar el agua a su molino dialéctico para asegurar que Miradas alleas "invita a un debate sobre la relación entre conservación e innovación, entre crecimiento económico y preservación territorial y patrimonial".