"La Iglesia en España está mal acostumbrada"
El escritor Javier Reverte (Madrid, 1944) conoció la historia de dos sacerdotes polacos que llegaron a España en plena posguerra, aparentemente para refugiarse bajo el franquismo de la represión comunista en su país. Bajo las sotanas, en realidad, se escondían dos agitadores políticos que, sin perder su condición de sacerdotes, trataban de contactar con la lucha obrera y ayudar a la reorganización de los sindicatos de clase en la clandestinidad. Sobre esa trama de hechos reales tejió la ficción literaria que ha acabado convertida en la novela Venga a nosotros tu reino (Areté).
Reverte comenzó a trabajar pensando en un reportaje, pero el proyecto fracasó. La policía y el Ejercito no pusieron trabas, pero la Iglesia no permitió que avanzaran sus investigaciones. "La Iglesia no renuncia a que España deje de ser un Estado confesional. Está mal acostumbrada por muchos siglos de mucho poder político", lamentó. "Sigue teniendo privilegios y poderes". Pese a que los archivos eclesiásticos se cerraron, quedó abierta la puerta de la imaginación.
Reverte visitó ayer la capital vizcaína para recoger el premio Farolillo de Bilbao, que entregan anualmente sus libreros. El galardón distingue la trayectoria literaria de un periodista que desde hace 12 años vive volcado en la literatura, escribiendo libros de viajes como El sueño de África, Corazón de Ulises o La aventura de viajar, y novelas como El médico de Ifni.
El salto de los hechos reales a la literatura para narrar el paso de los curas polacos por el oscuro Madrid de la posguerra fue fácil. "Hay un momento en el que la Historia nos abruma. La literatura, en cambio, es un esfuerzo por comprender la vida, por ordenarla", explicó.
La aventura en España de los dos curas polacos se redujo en la ficción literaria a un solo personaje, el atractivo Stefan Berman. Destinado a ser el protagonista de Venga a nosotros tu reino, Berman acabó desplazado por la figura de Leopoldo Eijo Garay, obispo de Madrid durante 40 años, amigo de Franco y con gran influencia en el régimen, que ha sido muy poco estudiado. "Eijo Garay es un personaje poliédrico: culto y despiadado, con una ambición desmedida y sentido del humor, que puede llegar a caer simpático", añadió. "No creo en el maniqueismo en la literatura".
La novela, de más de 500 páginas, ambientada en los años cincuenta del siglo XX, pero con constantes saltos a lo ocurrido años atrás, se ha construido, señaló su autor, como un "juego de espejos" en el que los personajes reales se enfrentan a la ficción y los literarios se miran en la realidad.
Venga a nosotros tu reino retrata una galería de personajes de aquellos años oscuros: los miembros de la Iglesia aliados con el franquismo, militares de moral estricta que frecuentaban prostíbulos, comisarios de policía chulos y corruptos y mujeres que escapaban de la opresión y el aburrimiento con aventuras extramatrimoniales. Ejemplos, señaló el autor, de la doble moral que existía. El libro fue creciendo "con naturalidad", recordó Reverte, dejando que los personajes ganasen terreno en la trama. Madrid vuelve a ser el escenario principal de la historia de Venga a nosotros tu reino, como ocurrió en Todos los sueños del mundo, publicada en 1999. Es la única parte de la obra vinculada directamente a la vida del autor. "Es la ciudad de mi infancia, el Madrid de la escasez, de los curas radicales y los militares intolerantes, una ciudad en la que se pasaba frío y salían sabañones", rememoró. Supone un paisaje que, en su opinión, cuenta todavía con muchos elementos literarios inexplorados, a pesar de lo mucho que se ha escrito de la época.
La próxima obra de Reverte volverá al terreno de los libros de viajes. Esta vez será lejos del clima tropical, que tan malos recuerdos le trae. Su periplo siguiendo el curso del Amazonas para escribir El río de la desolación acabó en un hospital gravemente enfermo de malaria. El escritor ya ha acabado un libro sobre Canadá y Alaska.
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