González a Chacón: "Entre civiles y militares siempre hay tensión"

"El general Manglano me mira serio desde el centro de la sala. Como un iceberg, la parte que no se ve suele ser mucho más importante que la visible". El ex presidente Felipe González dirigió ayer un guiño al militar que dirigió los servicios secretos españoles durante 13 años, desde las postrimerías del golpismo hasta el escándalo de los GAL. Y dejó entrever que aún quedan muchas páginas por escribir sobre la Transición española. Especialmente, sobre la transición militar, sin la cual no hubiera sido posible ninguna otra.

González y Manglano coincidieron en público, seguramente por vez primera en años, en la presentación del libro de Narcís Serra La transición militar, en el que teoriza sobre la reforma de las Fuerzas Armadas que le tocó pilotar como ministro de Defensa. Al acto acudieron algunos de sus protagonistas, ya sin uniforme: no sólo Manglano, sino también los generales Sequeiros o Del Olmo y el almirante Torrente. Como subrayó González, "no es un libro de memorias, sino una aportación intelectual a la sociología política, aunque subyace su experiencia personal".

Junto a la veteranía de González y Serra, se sentó la nueva ministra de Defensa, Carme Chacón, quien ayer cumplía una semana en el cargo. Tras confesar su "admiración y enorme gratitud" por los dos políticos, recordó la foto de la visita que ambos hicieron a la base de la División Brunete en diciembre de 1982, cuando ella sólo tenía 11 años, "como símbolo de la primacía del poder civil".

González le agradeció el elogio, pero prefirió otro episodio del que no hay testimonio gráfico. "Cinco o seis días después de esa visita", relató, "supimos que el Consejo Supremo de Justicia Militar iba a votar pedir el indulto para los condenados del 23-F antes de las Navidades. Teníamos un verdadero lío. No me pregunten cómo, pero conseguimos que el tema se cayera del orden del día. Un año después, el Consejo Supremo de Justicia Militar ya no existía".

González advirtió de que "las relaciones entre civiles y militares siempre tendrán algún nivel de tensión" y acabó emplazando a Serra a escribir sus memorias. "Cuando tengas edad suficiente, pero antes de que la pierdas".