Las ventas de los floricultores se desploman el 50%

Los productores de plantas y flores, en especial los de la comarca del Maresme, están sufriendo por la sequía. No por la falta de agua, porque usan aguas de pozos y depuradas, sino por lo que juzgan como una "actitud alarmista" de la Administración. Esto, sostienen, ha hecho que sus clientes opten por no comprar plantas al creer que no podrán regarlas. La Confederación de Horticultura Ornamental de Cataluña (CHOC) sostiene que sus ventas este año ya se han desplomado el 50%, lo que traduce en una merma en su facturación de 350 millones de euros.

El portavoz de la entidad, Albert Clavera, agrega que si persiste el "alarmismo", se pueden dar por perdidas dos temporadas, hasta que entre en funcionamiento la desalinizadora de El Prat la próxima primavera. "La gente tiene que saber que el decreto de sequía prohíbe regar extensiones de jardín con agua de red, no recicladas ni recogidas de la red. Y que no impide que se pueda regar una jardinera o una maceta", asegura Clavera.

A juicio del portavoz de la confederación, las administraciones han cometido dos errores. "Han lanzado alarmas injustificadas, en ocasiones se ha pedido a la gente que no riegue. Y luego han exagerado en algunos gestos, como dejar de regalar plantas en la Festa de la Primavera o desatender jardines municipales por la sequía", añade Clavera. La CHOC, que cuenta con 16.000 profesionales, sostiene que es en esta estación del año cuando realizan la mitad de sus ventas, y advierte de que algunas empresas pequeñas se han visto forzadas a presentar expedientes de regulación de empleo.

Menos pesimista, pero igualmente crítico con "algunas explicaciones mal dadas" se muestra el director del mercado central de la flor y la planta de Mercabarna, Jaume Esteve. Admite que las ventas han descendido, pero no en todo el producto que venden. "La planta exterior, la de temporada, sí se ha visto afectada, pero la interior no tanto. Con una taza de agua al día se puede regar perfectamente una de estas plantas", afirma Esteve.

La CHOC recuerda que el riego de las plantas ornamentales sólo supone el 1,5% del consumo de agua. "Está muy lejos del 22% que se pierde en la distribución y canalización del agua. Tenemos un sentimiento de criminalización por un supuesto gasto excesivo", afirma.

Las empresas del sector de la floricultura facturan anualmente alrededor de 800 millones de euros, aunque este año prevén que la cifra se quede en 450 millones por culpa de la sequía.