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Reportaje:

La primera carta de la Alhóndiga

El futuro centro cultural bilbaíno ofrece un anticipo con un festival literario sobre el género epistolar antes de abrir sus puertas a finales de 2009

Para ir creando expectación, la Alhóndiga de Bilbao ha dado a lo largo de esta semana un anticipo del perfil de actividades culturales que quiere traer cuando abra sus puertas a finales de 2009. El tema elegido era la correspondencia en la literatura. Ayer, escritores y periodistas leyeron sus misivas preferidas ante unos cincuenta curiosos que se acercaron al Festival Gutun Zuria, en el aula de Cultura de BBK en la capital vizcaína.

El escritor Pedro Ugarte recurrió a las enviadas por el francés Albert Camus a un amigo alemán en plena Segunda Guerra Mundial. "Yo he elegido la justicia para ser fiel a la Tierra. Sigo creyendo que este mundo no tiene un sentido superior. Pero tiene al menos la verdad del hombre y nuestra tarea es dotarle de razones contra el propio destino", relataba entonces el premio Nobel que participó en la resistencia francesa contra la ocupación nazi.

"La mejor carta que recibí era del hospital de Cruces: 'Es benigno"

"Queremos acercar la cultura a la ciudadanía, a imagen de La Casa Encendida en Madrid o el CCCB de Barcelona", explicó la responsable del futuro centro, Marian Egaña. A lo largo de la primera semana, casi 300 alumnos escolares mantuvieron un encuentro con Miren Agur Meabe y Jordi Serra i Fabra, premios Euskadi y Nacional de literatura infantil, respectivamente. Un concierto experimental en Bilborock (hoy, 20.00) cerrará los primeros siete días de la muestra. La exposición Cartas de Escritores Vascos y un ciclo cinematográfico también continuarán la próxima semana.

"Hemos asistido a una serie de debates sobre el poder de las cartas, a menudo depositarias de esa biografía no contada de los autores", destacó Egaña. ¿Deben publicarse esos fragmentos de su vida? "Uno elige lo que se publica, Son cartas personales, no de la esfera pública", opinó Juan Bas, quien parafraseó a Woody Allen antes de leer una suya dirigida a su amigo Fernando Marías: "La mejor carta que recibí es una que ponía 'Es benigno', del servicio patológico del Hospital de Cruces".

"Si el autor no quería que se publicaran, se puede respetar, pero que lo deje por escrito", argumentó sonriendo el escritor Jesús Ferrero. "Si termina decidiendo su familia y se omiten elementos fundamentales de la existencia del autor y su tragedia, se falsea la realidad", razonó el autor de Ángeles del abismo. "El género epistolar es original e insólito. Se creía que estaba en decadencia desde los años 80 y 90, asesinado de muerte por el teléfono. Pero hay un resurgir gracias al correo electrónico. Hoy en día la gente sólo escribe cartas en papel cuando está enamorada, es un fetiche", sentenció.

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La periodista Ana Urrutia leyó una carta que le escribió un antiguo novio: "Ayer fue muy duro pedirte que abortes, es muy heavy pero no puedo afrontar esto". Ella no le hizo caso. "Y en casa tengo ahora una preciosa niña de 14 años". Jon Uriarte escribió para la ocasión una carta a sí mismo, contándose los cambios de Bilbao desde que vive en Madrid: "No hay día en que la ciudad no cambie. Ahora hay tanta vía peatonal que el otro día, caminando por Indautxu, llegué a Burgos".

Espido Freire optó por una de sus Cartas de Amor y Desamor: "Ojalá te acompañe la desdicha en todo lo que inicies:(...), que descubran que has muerto sólo cuando ya huelas. No te mereces otra cosa, ojalá la encuentres. Y ojalá yo ni siquiera me entere de ello". Toti Martínez de Lezea se decidió por la carta en la que Lope de Aguirre se declaraba "rebelde hasta la muerte" por la ingratitud del rey Felipe II. Y el periodista Juan Carlos de Rojo eligió una canción de Albert Pla.

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