La Xunta mejora con 200 euros al año las pensiones no contributivas
Touriño propone la rehabilitación de viviendas para paliar la crisis inmobiliaria
Cuando peor vaya la economía, más padecen los colectivos más humildes. Es en este contexto en el que el presidente de la Xunta situó ayer, como medida de compensación, la paga anual de 200 euros que, a partir del segundo semestre de 2008, cobrarán los 50.000 residentes en Galicia que perciben pensiones no contributivas.
La medida costará al Gobierno gallego 10 millones de euros anuales
Este complemento autonómico se abonará en un único pago cada año y supondrá para sus beneficiarios un aumento de un 4% de sus ingresos. "Una inyección de un total de 10 millones de euros que responde a un principio de justicia y equidad", subrayó Emilio Pérez Touriño. Y confió incluso en que esta pequeña paga "ayude a revitalizar el consumo", algo vital en estos tiempos de bajón económico.
El presidente aprovechó ayer la tribuna del foro organizado en A Coruña por el periódico Cinco Días para no sólo realizar este anuncio, sino también y sobre todo abundar en el paquete de medidas y otros incentivos que tiene en marcha el Gobierno autónomo para afrontar las "convulsiones" de la economía internacional. "Unas tensiones contagiadas" a la esfera española y gallega con carácter "transitorio", auguró Touriño, y que, en su opinión, no deberían preocupar en exceso porque esta comunidad autónoma, aseguró, "encara, aún más que el resto de España, este difícil escenario con envidiable salud económica, robusta y activa que la hace menos vulnerable a la crisis".
No se trata de "autosatisfacción", exceso de optimismo o incluso imprudencia, se defendió el presidente de la Xunta, sino que las cifras avalan su confianza en la solidez de Galicia "para afrontar la desaceleración". Además del complemento de las pensiones no contributivas, el Gobierno gallego también confía, en el plano social, en que el futuro desarrollo de la Ley de Dependencia suponga una importante fuente de ingresos para las familias más necesitadas y la creación de empleos. Touriño recordó todos los aspectos y medidas del plan de choque para la reactivación económica diseñado por la Xunta, que incluye líneas de prestámos para las pequeñas y medidas empresas así como un programa de obras públicas de 1.575 millones de euros para impulsar la construcción, uno de los sectores más afectados por la crisis.
En este apartado, el presidente destacó la movilización de medio millón de metros cuadrados de suelo para construir 4.000 viviendas protegidas. La Consellería de Vivienda llevará al Consello de la Xunta de hoy los pliegos para poner en marcha esta bolsa de suelo. Y el Gobierno gallego "entrará a fondo" para potenciar la rehabilitación de viviendas así como diseñar un plan de obras de ámbito municipal, pensado también con el fin de contribuir a relanzar la actividad de las constructoras.
A preguntas del auditorio, Touriño cifró en tres sus demandas al nuevo Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, al que ya cursó una petición de entrevista. En primer lugar, la Xunta reivindica que se terminen las grandes infraestructuras, como el AVE en 2010 "no sólo como una red de conexión de las ciudades gallegas, sino también la función de vertebrar el territorio". Completan las demandas gallegas el impulso del autogobierno y la consecución de un nuevo modelo de financiación de las autonomías que "garantice la cohesión y la igualdad".
Una cuestión, esta última, en la que hizo hincapié el presidente de la Xunta para reiterar su oposición a que las balanzas fiscales de cada comunidad sean tomadas en cuenta para diseñar ese nuevo sistema de financiación autonómica. "Bienvenida sea su publicación, pero esas balanzas fiscales son una visión deformada y recortada de lo que es el sistema financiero de cada comunidad", insistió Touriño al reclamar que el nuevo modelo tenga en cuenta la dispersión y el envejecimiento de la población, ya que es lo que realmente encarece el coste de los servicios públicos en un territorio como Galicia. "No hay porque poner patas para arriba el sistema actual de financiación, sino buscar un equilibrio para que todas las autonomías reciban más", concluyó.
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