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Vecinos de Alcalá protestan ante el alcalde por el alza de las casas

"Si me suben el piso un 25%, se quedan con él", aseguraba ayer Jesús, un alcalaíno de 27 años que ha reservado uno protegido en el nuevo barrio de Espartales Norte, en Alcalá de Henares. Según los precios iniciales, su vivienda de 89 metros cuadrados costaría 220.000 euros. Si su promotora aplica la subida anunciada por el Gobierno regional a principios de mes, podría superar los 270.000. "La promotora nos da largas", añade Carmen. "Nos ha escrito diciendo que se reserva la posibilidad de subir los precios, que están estudiando si aplicar el porcentaje de subida que propuso la Comunidad".

La alarma entre los vecinos de Espartales Norte es tal que ayer por la mañana más de medio centenar de personas se presentaron en el pleno municipal para exigir al alcalde, Bartolomé González, que les garantice que la promoción no resultará afectada por la subida.

La Comunidad apela al "espíritu de la norma para evitar la subida"

La Consejería de Vivienda asegura que las promociones protegidas ubicadas en suelos públicos no se verán afectadas por los nuevos precios. Pero fuentes jurídicas consultadas ayer por EL PAÍS explicaron que, según la norma publicada en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid, podría aplicarse la subida en aquellas promociones en las que no se haya solicitado la calificación provisional. Las mismas fuentes precisan que la aplicación de la norma sólo depende, en este caso, de cuándo se haya solicitado la calificación provisional. Los vecinos de Espartales Norte explicaron ayer que sus constructoras les aseguran que no han solicitado aún dicha calificación. Algunos, ya han recibido una carta que les notifica la subida.

Otros, como José Antonio Ginzo, ya han firmado con el precio nuevo. Según el contrato de preventa que ha firmado con la promotora Fercler, el precio del módulo de la vivienda protegida que reserva ya se acoge a la subida anunciada por el Gobierno regional, que en esta zona alcanza los 1.970,80 euros. Lo firmó en el Salón Inmobiliario Internacional de Madrid (SIMA) la semana pasada.

"Menos boca y más BOCAM", rezaban ayer las pancartas de las decenas de personas que se presentaron en el pleno de Alcalá. Los vecinos alzaron la voz para presionar al gobierno local. Los echaron de la sala. Una vez concluida la sesión, lograron hablar con el alcalde, Bartolomé González (PP), quien, según explican los vecinos, les concedió una reunión más adelante y aseguró que la Comunidad de Madrid había enviado una carta a las promotoras para explicarles la orden. "Hemos llamado a las promotoras", explicaba Carmen, "y nos han dicho que, aunque la Comunidad mande la carta, si no está publicado en el BOCAM tienen derecho a aplicar la subida porque la carta no tiene ninguna validez".

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