Marbella, contra la libertad de Roca

Después de dos años entrando por los calabozos, Juan Antonio Roca, principal imputado del caso Malaya, accedió ayer a los juzgados de Marbella por la puerta principal. Sobre las 12.30, con aspecto descansado, americana azul y sin corbata, se presentó ante Óscar Pérez, el magistrado que le ha excarcelado bajo fianza de un millón de euros, y que le ha ordenado que se presente cada día en los juzgados.

Fuera de las paredes judiciales, las reacciones contra su libertad se hacían cada vez más furibundas. Diversos dirigentes de IU acudieron a la puerta de la finca de La Caridad, intervenida judicialmente a Roca, reclamando la propiedad como un bien robado a las arcas marbellíes. El PSOE anunció que llevará al próximo pleno municipal una moción para declarar a Roca persona no grata en la ciudad, y las federaciones de vecinos ultimaban los detalles para la concentración de protesta convocada para mañana contra la excarcelación y que cuenta con el apoyo de todos los partidos políticos.

La indignación del Ayuntamiento marbellí, que ha recurrido el auto de libertad ante la Audiencia Provincial de Málaga, se agrandó ayer tras oír a Roca reivindicar su derecho a reincorporarse a su puesto de trabajo en el Ayuntamiento, algo que dijo no ha sopesado aún si hará. La alcaldesa, Ángeles Muñoz, que consideró una "desfachatez" que Roca pidiese la reincorporación, se apresuró a advertir de que si lo hace, le despediría "de manera inmediata". "Hay razones objetivas y procedentes para que no pueda volver", añadió.