Los conductores de bus desconvocan la huelga al asegurar los dos días de fiesta

Fin al conficto de los conductores de autobuses que se inició el pasado mes de noviembre y que ha supuesto 18 días de huelga. El preacuerdo fue alcanzado en la madrugada de ayer entre los cinco sindicatos y TMB, y ratificado en una asamblea multitudinaria en la que no faltó de nada: desde gritos a favor de seguir con la huelga indefinida hasta ovaciones a los negociadores de los dos sindicatos que han llevado la voz cantante tanto en los paros como en las negociaciones: la CGT y la Actub.

El preacuerdo supone el reconocimiento de la principal reivindicación de los conductores: los dos días consecutivos de fiesta y con ello un nuevo cómputo anual que supone, de salida, una reducción de 25 minutos por día trabajado. Ese descuento se empezará a aplicar el 6 de mayo, fecha en la que se abrirá la negociación del convenio colectivo. Al iniciar el conflicto, los trabajadores pedían los dos días de fiesta consecutivos y una reducción de jornada de 50 minutos, aproximadamente. Lo que han conseguido, resumiendo, es la mitad, tal como destacó Saturnino Mercader, presidente del comité de empresa, en la asamblea, en la que se evidenció el desgaste de un conflicto que ha perjudicado a miles de usuarios y que ha terminado con un preacuerdo tras una negocicación a cara de perro. Ayer, no obstante, las dos partes enfrentadas -la CGT y la Actub, y TMB- respiraron con alivio. Sobre todo porque el preacuerdo estuvo a punto de irse al traste con la exigencia última de los sindicatos de que TMB anulara las sanciones impuestas, la mayor parte de ellas por actos de sabotaje a los vehículos -ruedas pinchadas y rotura de las máquinas de validación de las tarjetas- y agresiones y actos intimidatorios contra conductores que querían trabajar. TMB se avenía a paralizar los 30 expedientes de suspensión de empleo y sueldo por los incidentes ocurridos en los paros de marzo y febrero porque estaban tramitándose, pero se negaba a anular los 24 que se impusieron por incidentes en las jornadas de huelga de diciembre y enero. Al final, tabla rasa y la empresa accedió a perdonar la parte de las primeras sanciones -las había de seis meses de suspensión de empleo, de 60 días y de 50, entre las mayores- que faltaban por cumplir. Es decir, muchas.