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Roca abandona desafiante la prisión

El cerebro del 'caso Malaya' cuestiona la investigación: "Hay acusaciones falsas" - El juez instructor justifica la puesta en libertad y censura al Ayuntamiento

Un pitido del fax del juzgado número 5 de Marbella alertó a las 11.48 de ayer de que Juan Antonio Roca, el principal imputado del caso Malaya, estaba a un paso de la calle. La máquina imprimió una copia del resguardo de ingreso de un millón de euros que hizo el entorno del ex asesor de Urbanismo en la cuenta del juzgado. La secretaria comprobó que el dinero estaba en el banco y añadió el papel a los más de 60.000 folios que contiene el sumario de la mayor trama de corrupción investigada en España.

Hechas las comprobaciones, el juez instructor, Óscar Pérez, redactó un auto de puesta en libertad en el que, de paso, defendía su independencia ante las críticas políticas y sociales que ha desatado la decisión de excarcelar al presunto cerebro de la trama corrupta. El próximo jueves, una concentración apoyada por la alcaldesa Ángeles Muñoz (PP) protestará por la salida de prisión de Roca, en la que llevaba algo más de dos años.

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El hombre fuerte de Marbella entre 1991 y 2006 franqueó la puerta de salida de la cárcel granadina de Albolote a las 18.55, tras 748 días en prisión preventiva. Una galería de cristal de la prisión granadina de Albolote dejó ver a los más de 40 periodistas congregados a un Roca sonriente que les dedicó un saludo. "Todo el mundo tiene derecho a la presunción de inocencia, incluso Roca", dijo su abogado, José Aníbal Álvarez.

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Una vez en la calle, Roca, de quien apenas se conocía la voz, rompió su silencio de años. "Hay vicios muy importantes en el caso, falsas acusaciones, durante dos años se ha vendido que tengo la culpa de todos los males", declaró. Sin atisbo de nerviosismo, incidió en que el proceso ha sido desproporcionado. "Se ha pretendido entrar en el Guinness de todo, de detenidos, de bienes incautados, de responsabilidad civil".

Antes de viajar a Marbella, reconoció que no sabía cómo iba a hacer para cumplir la medida cautelar impuesta por el juez Pérez de no acercarse a menos de 500 metros de ningún aeropuerto. "Para empezar voy a viajar en coche", dijo.

Según sus abogados, el dinero de la fianza se ha recabado entre amistades y bancos. Roca está procesado por cohecho, malversación, blanqueo de capitales, tráfico de influencias y prevaricación, entre otros delitos. Con su salida no queda nadie en prisión preventiva por el caso Malaya.

El segundo instructor del caso, cuyas resoluciones suelen presentar un perfil más técnico que su antecesor en el cargo, Miguel Ángel Torres, más dado a frases demoledoras, aprovechó el auto de libertad para salir al paso de las críticas que ha recibido desde que decretó la salida de Roca bajo fianza.

En un escrito de nueve páginas recordó que ha tomado esta decisión "en el ejercicio de la función jurisdiccional, conforme a la Constitución, al principio de legalidad y de independencia judicial", y añadió que, en el camino ha sorteado "críticas, reacciones o valoraciones" e "incluso incomodidades o dificultades personales". Este auto desestima además los recursos interpuestos por Fiscalía, Ayuntamiento y Junta de Andalucía contra la excarcelación de Roca.

El magistrado se mostró especialmente crítico con la actitud del Ayuntamiento, al que acusa de verter "silogismos erróneos que no tienen cabida" en las actuaciones. Puso como ejemplo que concluyeran que Roca tiene dinero en paraísos fiscales porque "ha demostrado sus habilidades intelectuales y personales".

En el escrito, se queja de que se haya hecho "una lectura parcial" de su decisión y precisa que el cumplimiento de las medidas cautelares impuestas a Roca por el caso Saqueo fue "una sola de las circunstancias" que, entre otras muchas, tuvo en cuenta para dejarle en libertad.

Sobre el "elevado riesgo de fuga", otro de los aspectos más criticados, precisa que "es compatible con la exigencia de una fianza" y que "por sí solo no tiene que determinar necesariamente la prisión provisional incondicional".

"Una instrucción viciada"

A dos minutos de las seis y media de la tarde, Juan Antonio Roca saludaba a los periodistas desde el interior de la prisión de Granada, a través de una cristalera que no dificultaba intuir su actitud confiada. Después, ya en libertad, en una multitudinaria rueda de prensa improvisada, no dejó ningún tema sin tratar.

"En particular, no tengo una cosa más importante que hacer que demostrar mi inocencia y defenderme, ya que no he podido hacerlo en estos dos años", dijo. Roca se mostró indignado porque "todas las diligencias de pruebas" que ha solicitado "han sido denegadas sistemáticamente", lo que en su opinión demuestra que "se ha hecho una instrucción totalmente parcial y cargada de irregularidades y de vicios de derechos fundamentales muy importantes".

Sobre su salida de prisión dijo que "hay una serie de cosas que deberían salir a flote, como son la presunción de inocencia y el derecho de una persona a no estar en prisión más del tiempo necesario antes de ser juzgado y condenado". Tras negar la posibilidad de una fuga -"siento un gran arraigo a mi familia"-, explicó que se iba a dedicar a "trabajar para defender" sus empresas.

Animado por las preguntas de los periodistas, Roca no dejó títere con cabeza en los cerca de diez minutos que duró su intervención, mientras su abogado le susurraba "déjalo ya, que no vas a dejar nada por decir".

Sobre la imagen que se ha proyectado de él, Roca dijo: "Soy la persona que tiene la culpa de todos los males de este país, menos de los que tiene la culpa Zapatero, que son la mitad. Los otros los he creado yo".

Por último, quiso agradecer a sus abogados, "que llevan dos años trabajando" para conseguir su libertad". Además, no quiso olvidar a su familia y a sus amigos, "que han conseguido reunir una cantidad desorbitada para que hoy pueda estar aquí". Un especial recuerdo tuvo para su compañero de celda en Granada, Francis El Cateto, "como a él le gusta que le llamen". Deseó "que pronto recupere la libertad, porque es un fenómeno, y se lo merece".

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