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10.000 educadores con paga infantil

Educación asumirá la escolarización de 0 a 3 años con trabajadores en precario

Javier Martín-Arroyo

Un secreto a voces. El estudio realizado por Price Waterhouse Cooper para la Fundación Andaluza de Servicios Sociales ha desvelado la penuria económica que padecen los profesores de Educación Infantil para menores de tres años. La inmensa mayoría de los 10.000 profesionales del sector, maestros y técnicos en educación, sufren salarios alarmantes que rondan los 750 euros.

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La Junta debe afrontar la regulación y mejora de los bajos sueldos este año, ya que la Consejería de Educación asumirá por completo las competencias en dichas escuelas concertadas, patata caliente que hasta ahora comparte con Igualdad y Bienestar Social. El sector se prepara para una revolución silenciosa, ya que el crecimiento será espectacular: de las 58.000 plazas actuales se pasará a 73.000 plazas (un 26% más) el próximo curso y alcanzará las 100.000 plazas al final de esta legislatura.

La Educación Infantil ha sido un foco tradicional de abusos laborales y de una gran movilidad, que a menudo ha mermado la calidad de la enseñanza a edad temprana. Los profesionales abandonan su puesto tan pronto surgen mejores ofertas económicas. Para empezar a poner orden, la Junta encargó el estudio para el análisis de los costes en 210 guarderías de las 994 actuales. La primera conclusión es la "escasa competitividad" de los sueldos, "a pesar de que cumplen lo establecido en el convenio colectivo". Un sueldo medio neto en los centros conveniados (el 83,5% del total) ronda los 750 euros al mes. En cambio, el salario de los educadores adscritos a los centros de la propia consejería es alrededor de un 50% más alto. Esta equiparación es el actual caballo de Troya del sector.

"Se darían con un canto en los dientes por ser mileuristas, porque están en el límite de la pobreza del que siempre alerta Cáritas. Y no sólo eso, en agosto a muchos les dan de baja para volverles a contratar y no se cobra en vacaciones", expone con crudeza Patricio Pérez, responsable de política educativa en Comisiones Obreras. El Salario Mínimo Interprofesional está fijado este año en 600 euros.

Para crear 15.000 nuevas plazas el próximo curso y afrontar la dignificación del sector, la Junta está a la carrera y para ello creó hace un año una Mesa Técnica sobre Costes de Centros, actualmente en un impasse debido al cambio de Gobierno. Hay centros concertados, privados y la Junta posee centros propios, pero también tolera la existencia de guarderías ilegales que no están controladas y que no tienen personal cualificado ni el número suficiente de aulas. "La Administración tiene que crear centros propios de manera valiente", añade Pérez.

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El control de estos centros por parte de la Consejería de Educación, ya impuesto en la mayoría de comunidades, proviene del cambio de filosofía: "Hemos pasado de las guarderías para guardar niños a que los centros sean un eslabón más en el proceso educativo. Y esto requiere personal cualificado, materiales didácticos, una planificación educativa distinta, etcétera", apunta Francisco Beltrán, secretario de enseñanza privada en UGT. Pero la Junta no ha asumido esos nuevos gastos en las partidas designadas a los centros, denuncian con vehemencia los sindicatos.

"La Educación Infantil ha sido muy olvidada por la Administración y maltratada por la sociedad. Soportamos uno de los convenios más bajos del Estado y la Administración se está aprovechando de esta situación indigna. Entendemos que nuestros trabajadores tienen que ganar más, pero dependemos de la subvención pública", censura Rafael Pérez, presidente de la Coordinadora de Escuelas Infantiles en Andalucía. Los directores de centros están entre la espada y la pared. "O la financiación sube, o habrá grandes problemas porque el convenio es de obligado cumplimiento".

Tanto la Consejería de Igualdad y Bienestar Social como Educación rehusaron opinar sobre los cambios esenciales que afronta el sector. Con los años, el desencanto ha cundido. "La Junta prometió muchísimo para que cumpliéramos los requisitos. Hicimos un gran esfuerzo para ponerlo todo al día y luego no cumplen", lamenta Pilar Madero, directora de la escuela infantil Amanecer de Granada. "Yo ya no soy optimista porque nos han dado tantos palos...", añade. La batalla por una enseñanza de calidad con unas condiciones laborales tan adversas se encuentra en una tregua decisiva.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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