"Hacia atrás como los cangrejos"

"¿Cómo se puede ir para atrás como los cangrejos? Es necesario que la sociedad conozca esta historia auténtica". Este clamor se repite en un numeroso y maltratado colectivo que ahora se va a multiplicar. Si el país necesita alrededor de 350.000 nuevas plazas para menores de tres años, Andalucía requiere casi 70.000, según un estudio encargado por el Gobierno.

La importancia del salto que destierre el término "guarderías" (de guardar) radica en que los centros atiendan las necesidades psicológicas y evolutivas de los niños en los decisivos primeros años de su vida.

Las escuelas infantiles denuncian que la Junta primó la ayuda a las familias mediante un decreto en 2002, que rompió las negociaciones previas. "Nos tuvimos que comer el pastel si queríamos seguir funcionando. Nos convertimos de la noche a la mañana en contenedores de niños, y esto se haría a costa de los salarios de los trabajadores", explica una maestra. Desde ayer, el nuevo ministerio se denomina Educación, Política Social y Deporte, como símbolo de una nueva necesidad nacional. "Es obvio que la asunción de competencias justifica el cambio. ¿Qué va a hacer Andalucía? De momento es una incógnita", apunta Juan Martínez, miembro del Consejo Escolar del Estado.

Desde su nacimiento, las escuelas infantiles fueron centros marcadamente educativos, con una evidente función social, y con un carácter público a pesar de su origen privado. Pero la sangrante comparación entre empleados de centros propios de la Junta y concertados es ahora su mayor dolor de cabeza. "Es imposible que una persona pueda atender correctamente a ocho bebés al mismo tiempo, o a 13 niños de un año o a 20 de dos años, aún contando con apoyos puntuales", denuncia una maestra.