Fred Gitner / ÁLVARO GARCÍA
"Las bibliotecas cambian vidas, y, a veces, las salvan"
A pocos metros de la embajada hay otra legación informal, oficiosa, de Estados Unidos: un café de la cadena Starbucks donde, entre las diez y once de la mañana, suenan casi indistintamente conversaciones en español y en inglés. Territorio amigo para cualquier estadounidense de paso. En este lugar, el neoyorquino Fred Gitner se ha reencontrado con su té negro predilecto -Darjeeling- como si no hubiera sobrevolado el Atlántico. Cosas de la globalización.