Coves propone "ahuyentar el desapego" a la política

"Buenas tardes y buen ambiente". Con esta frase la nueva presidenta, la socialista Fuensanta Coves, declaró ayer constituida la VIII legislatura del Parlamento de Andalucía que por primera vez en su historia será paritario. También es excepcional el que desde 1982 tan sólo haya tres grupos parlamentarios, tras el hundimiento y desaparición electoral de los andalucistas. Y el fin de una anomalía de la anterior legislatura: los jefes de la oposición, Javier Arenas (PP) y Diego Valderas (IU), esta vez sí tendrán escaño en la Cámara autonómica. Ambos regresan al antiguo hospital de las Cinco Llagas después de 12 y ocho años, respectivamente, ausentes. Los dos fueron a saludar a Manuel Chaves a su escaño.

La Mesa de la Cámara fue elegida por consenso de los tres grupos

Arenas y Diego Valderas acudieron a saludar a Chaves a su escaño

Lo que permanece invariable respecto a la legislatura anterior es que el PSOE, con 56 de los 109 diputados de la Cámara, vuelve a tener mayoría absoluta y que se dispone a cumplir 30 años seguidos en el poder. Enfrente tendrá a un grupo popular más numeroso, con 47 escaños, y a una Izquierda Unida con tan sólo seis actas, ninguna de ellas en manos de una mujer.

Fuensanta Coves, nacida en Elche (Alicante), cumplirá el próximo mes 47 años. Hace ocho daba clases en la Universidad de Almería y fue nombrada consejera de Medio Ambiente por el presidente andaluz, Manuel Chaves, cargo que ocupó hasta anteayer. Hace cuatro se afilió al PSOE por la agrupación de Almería y hace 24 horas fue elegida por unanimidad presidenta del Parlamento de Andalucía, puesto en el que sustituye a la jiennense Mar Moreno. El acuerdo alcanzado la víspera por los tres grupos parlamentarios hizo posible que todos los miembros de la Mesa fuesen elegidos por consenso, como suele ser habitual, gracias a que el órgano de gobierno de la Cámara aumentará en el primer pleno ordinario en un miembro más, un vocal del PP con voz pero sin voto.

La elección de Coves como presidenta, además de por ser mujer, tiene una clara lectura en clave territorial. Es diputada por Almería, una de las provincias donde el PSOE obtuvo peores resultados electorales. La candidatura socialista quedó a 12 puntos de la del Partido Popular y sacó dos diputados menos (7-5) que la encabezada por el sevillano Javier Arenas.

En su primer discurso institucional, Coves dejó dichas cosas bienintencionadas y conciliadoras. Ni más ni menos que lo que se espera de una presidenta del Parlamento. En este sentido, alertó de la necesidad de "ahuyentar uno de los peligros que acechan a la democracia: el desapego, la lejanía social" hacia las instituciones democráticas y animó a los miembros de la Cámara a ganarse "día a día" la representatividad legal. "La mala noticia es que no corren los mejores tiempos para la política. Y la buena es que se halla en nuestras manos revalorizarla o reinventarla".

Coves destacó como uno de los hechos más destacados del nuevo Parlamento el que "por fin" la igualdad entre hombres y mujeres "queda fijada" gracias a las reformas introducidas en la ley Electoral de Andalucía y que Coves atribuyó a la ley de Igualdad. La primera obliga a todos los partidos que concurren al Parlamento autonómico a presentar listas cremalleras -alternar nombres de hombre y mujer o a la inversa-. Esta norma ha sido recurrida por el Partido Popular ante el Tribunal Constitucional.

La presidenta sugirió a los parlamentarios situarse "en el lugar del otro" para propiciar el entendimiento y a mantener el clima de consenso que presidió el nuevo Estatuto (algo que no fue posible en Andalucía sino en Madrid) para desarrollar el capítulo de nuevos derechos. También reiteró su disposición "para catalizar acuerdos", más allá del mero papel de arbitraje presidencial. "Me gustaría ser diputada presidenta, más que una presidenta que además es diputada". Otra de los compromisos que adquirió es que el Parlamento sea "más transparente a la participación y al conocimiento ciudadano".

Como novedades, Fuensanta Coves propuso "explorar" la posibilidad de conciliar la paternidad o la maternidad "con el quehacer parlamentario" y la creación de un difuso "foro para la reflexión" de personalidades "que ilustren la vida parlamentaria". Sus dos antecesores, Javier Torres Vela y Mar Moreno, ya impulsaron una iniciativa similar pero para hablar del sistema electoral y la evaluación de las políticas públicas.

Aunque el líder del PP, Javier Arenas, calificó de "correcto" el discurso, contestó con una especie de ya se verá hasta donde van a llegar las buenas intenciones porque, según él, el Parlamento ha estado "ahogado por las mayorías socialistas" y es necesario desterrar la "prepotencia, la arrogancia y el rodillo". El coordinador de IU, Diego Valderas, tildó el discurso de "magnífico", mientras que el portavoz socialista, Manuel Gracia, muñidor del acuerdo en la Mesa, consideró que la legislatura ha empezado "con buen pie".