Los pacientes se amotinan por segundo día en Urgencias del hospital del Henares

El servicio de Urgencias del hospital del Henares volvía ayer a estar colapsado después de que anteayer se amotinaran varios pacientes por esperar más de seis horas a que les atendieran. "Mucho hospital, mucho pasillo interminable y muy pocos médicos", resumía ayer por la tarde una familiar de un enfermo desde la sala de espera. Las hojas de reclamaciones volaban. Los pacientes, hartos: los que menos, llevaban tres horas esperando a ser atendidos; los que más, ocho.

La polémica comenzó el lunes a mediodía, cuando Pilar Moreno, de 79 años, caminaba por la calle México de Coslada y cayó al suelo. Un fuerte mareo le hizo perder el equilibrio. Los viandantes llamaron a Emergencias y una ambulancia la trasladó a Urgencias del hospital del Henares. Ingresó a las 13.15. Un cuarto de hora después, su hija, María José, se plantaba frente al mostrador de Urgencias preguntando por su madre. Que esperase. Que no podía pasar. Tras hora y media de espera sin noticias, María José echó a andar por el nuevo hospital. "Es muy grande y, como nunca había estado, me fui a dar una vuelta para verlo", cuenta.

"Mucho hospital, mucho pasillo y muy pocos médicos", decía un familiar

Una anciana, que se había mareado, seguía sin oxígeno cuatro horas después

Los sindicatos ya denunciaron que el centro arrancaba con deficiencias

El lunes se atendieron 190 enfermos, frente a los 90 diarios

Por casualidad llegó a la sala de espera de Urgencias, donde, según cuenta, su madre estaba sentada en una silla de ruedas. La paciente le explicó que aún no la habían atendido. Pilar ha tenido dos infartos y necesita respirar con frecuencia de una botella de oxígeno. A las 17.30 nadie le había llamado. Seguía sin oxígeno ni medicación y no había probado bocado. Estaba exhausta.

María José volvió al mostrador. "Pedí hojas de reclamaciones. Me dieron fotocopias porque decían que no les quedan originales", explica. "Pedí hablar con un responsable y me dijeron que no quería bajar a hablar conmigo. Les di media hora antes de llamar a la policía".

Sobre las seis de la tarde, cinco horas después de llegar María José y su madre, hizo la llamada y, según explica, dos coches patrulla se acercaron al hospital. Los agentes trataron de calmar los ánimos. Varios pacientes se habían sumado a las quejas de María José. "Había bajado ya el jefe de hospital, que nos dijo que no se podía hacer nada porque no había bastantes doctores", asegura.

Según ella, el propio jefe de médicos les alentó a rellenar hojas de reclamaciones para que las quejas de falta de personal llegasen a las autoridades regionales. Según cuenta María José, vio al menos a una docena de personas rellenar hojas de reclamaciones. "Había casos sangrantes", recuerda María José, que asegura que va a denunciar al centro, "como el de una joven a la que se le quedaba dormida la mitad del cuerpo y tardaron seis horas en evaluarla, u otra mujer con un terrible dolor de ojos a la que tras cinco horas de espera le pidieron que se fuese al hospital de la Princesa porque no tenían a ningún oftalmólogo en planta".

Poco después de que llegasen los agentes, llamaron a Pilar para que la viese un médico. Según explica María José, les atendió una cirujana que les aseguró que ella estaba en planta, pero que había bajado a Urgencias para "echar una mano" porque no había suficientes médicos allí. Salieron del hospital pasadas las once de la noche.Durante la noche del lunes tuvo que intervenir la Policía Local para calmar a los pacientes. Ayer por la tarde, recibieron otra llamada y acudieron a mediar entre el hospital y los familiares y enfermos, que ponían el grito en el cielo por el colapso y la falta de médicos y hojas de reclamaciones. Tras media hora de intervención, un agente quedó apostado en Urgencias de forma permanente durante el resto del día para evitar más altercados, según la Policía Local.

La Consejería de Sanidad explicó que el lunes el servicio de Urgencias del hospital del Henares recibió cerca del doble de pacientes de lo habitual, ya que usualmente atienden entre 80 y 90 personas al día y acudieron cerca de 190 enfermos. La consejería achacó este incremento a la huelga en los servicios de atención primaria, si bien añadió que todos los pacientes fueron atendidos y diagnosticados.

El hospital atiende a los vecinos de Coslada, San Fernando de Henares, Mejorada del Campo, Velilla de San Antonio y Loeches, aproximadamente a 170.000 usuarios potenciales. Tiene 194 habitaciones individuales y fue reinaugurado por la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, el pasado febrero, días antes de las elecciones. Algo que había hecho antes de los comicios de mayo de 2007.

Hoy hace apenas una semana del estreno del servicio de Urgencias del hospital del Henares. Comenzó a trabajar el lunes 24 de marzo. En las primeras 24 horas atendió a 84 pacientes, de los que 11 quedaron ingresados en el centro. Ocho de cada 10 requirieron medicina interna y 1 de cada 10 de traumatología. Urgencias era la última pieza que quedaba por engrasar del hospital de Coslada.

Desde su puesta en marcha, se consideró que el hospital ya estaba completamente operativo. Fue el primero de los nuevos hospitales en abrir sus puertas en los primeros días de febrero. Los sindicatos del área de Sanidad denunciaron entonces que su puesta en marcha se produciría a pesar de que el centro presentase graves deficiencias de personal e infraestructuras. Según UGT, en 2008 sólo trabajaría en el hospital el 68% de la plantilla, por lo que el centro se saturaría en cuanto empezase a trabajar al 100%. Además, la ratio de camas por población atendida en este centro, según los sindicatos, sería la mitad de la media actual. UGT también denunció que el hospital tendría graves consecuencias para los hospitales públicos de la región, ya que serían suprimidos hasta 824 puestos de trabajo en estos centros. Serían los mismos médicos, pero cambiados de destino. De las vacantes que quedasen en sus centros de origen, la Comunidad cubriría "aquellas que fuesen necesarias". Parece que ese trasiego no ha sido suficiente.