Los conductores de autobús harán huelga indefinida desde el 15 de abril

"Es una decisión fuerte: sed valientes y votad a conciencia: no pasa nada si decís que no", exclamó Saturnino Mercader, portavoz de la CGT. "Una huelga indefinida es una cosa muy seria: queremos que todo el mundo se implique como si fueran días de trabajo", alertó Óscar Vilalta, otro conductor. "Dadle una importancia relativa al dinero: si no vamos de vacaciones este año a Mallorca o Canarias, ¡iremos a la Barceloneta cogiendo el 17!". La asamblea de conductores de la TMB, ayer en huelga, acogió los discursos con júbilo y no dejó dudas sobre su decisión. Una selva de brazos se alzó de forma abrumadora a favor de la huelga indefinida a partir del día 15 si no se llega antes a un acuerdo con TMB.

La asamblea da dos semanas de plazo a TMB para satisfacer sus reivindicaciones

El paro se cierra con 3 conductores detenidos y 13 autobuses dañados

La empresa acogió con estupor la decisión tras haber ofrecido el miércoles dos días de fiesta semanales, que es la reivindicación del colectivo desde octubre. Dídac Pestaña, vicepresidente de TMB, lamentó la actitud "negativa" y "violenta" de los sindicatos convocantes, CGT y ASTUC, al rechazar su plan y estimó que la huelga sólo la votó el 20% de la plantilla. TMB mantendrá su nuevo plan de dos días de fiesta como opción voluntaria.

"Es una oferta mediática para confundir a los ciudadanos", dijo en su intervención Mercader al abrir la asamblea. Todos los discursos fueron similares. "¡Es una tomadura de pelo!" "¡Es una broma macabra!" "¡Es el timo de la estampita!", coincidieron en denunciar los conductores que tomaron el micrófono en el escenario. Ahora libran un día las tres primeras semanas de cada mes y un fin de semana la cuarta. TMB les propone hacer dos, pero la asamblea lo rechaza básicamente por tres razones: les obliga a prolongar su jornada porque pasaría de 7.04 horas a 7.45; perderían los 13 días de fiesta en fin de semana conquistados tras un paro indefinido en 2000 y, por último, porque les obligaría a trabajar 10 días seguidos, algo que contraviene la directiva de seguridad europea.

La elección de ir a la huelga indefinida a partir del día 15 no es gratuita: el 14 de abril expira el plazo que Mar Serna, la mediadora de Trabajo, concedió para llegar a un acuerdo. Los sindicatos se dan estas dos semanas de plazo para negociar y no harán las huelgas previstas los jueves 3 y 10 de abril. El paro seguirá convocado, pero sólo formalmente: se mantendrá para evitar que la dirección firme acuerdos con el comité de empresa.

La huelga fue seguida ayer de forma masiva y salpicada de incidentes. La Guardia Urbana detuvo a tres conductores, dos hombres y una mujer, encapuchados, en la calle de Secretari Coloma por hacer pintadas en un autobus de la línea 39 y fueron trasladados a una comisaría de los Mossos. TMB acusó a primera hora a la plantilla de actos violentos al dañar 13 vehículos con pintadas, ruedas pinchadas y lunas rotas y la asamblea empezó caliente. La indignación se extendió por la asamblea al tiempo que acogió con los brazos abiertos al portavoz de la plataforma de usuarios solidarios que insta a no pagar billete durante el paro. Y por algo más: por las donaciones, tanto de sindicatos como de otras entidades, para ayudar a los 25 conductores expedientados y suspendidos de empleo y sueldo. Hoy se les entregará el dinero. "No estaremos tan equivocados si la gente nos ayuda, ¿no?", afirmó un conductor.

La asamblea discurrió sin ninguna intervención a favor de la oferta de TMB y, poco antes de votar, un trabajador quemó en el escenario la propuesta de la empresa. "Los dirigentes sindicales han menospreciado nuestra oferta concreta y tangible hasta el punto de quemarla", lamentó TMB. "Eso describe el espíritu radical y el desprecio del diálogo de los sindicatos, cada vez más vinculados a elementos marginales y antisistema", en referencia a las campañas pro fraude y por no condenar los sabotajes.