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Los partidos posponen la moción de censura a ANV en Mondragón

Se dan de plazo hasta la próxima semana para llegar a un acuerdo

La decisión de desalojar o no del gobierno municipal de Mondragón a ANV, tras haberse negado a condenar el asesinato a manos de ETA del ex edil socialista Isaías Carrasco, se ha convertido en un decisivo test sobre la capacidad de reacción y voluntad de consenso de los partidos vascos ante la violencia de la banda armada. La iniciativa de impulsar una moción de censura contra la alcaldesa abertzale, Inocencia Galparsoro, que desde un principio proponen los socialistas todavía no ha podido ser analizada por el conjunto de los partidos. Se han dado de plazo esta semana para decidir si apoyan la propuesta o ésta se queda definitivamente aparcada.

Un mínimo de cinco partidos deben involucrarse para desalojar a ANV

Esta fue la conclusión de la reunión que se celebró ayer en la sede socialista donostiarra, a la que asistieron representantes de la ejecutivas guipuzcoanas del PSE, PNV, EA y Aralar. No pudieron estar presentes los de EB-Zutik y del PP. De su contenido no ha trascendido nada, salvo que la decisión no se pospondrá más allá que la próxima semana. "Esperamos que entonces haya una posición firme sobre el tema por parte de todos", declaró ayer el secretario provincial del PSE, Miguel Buen.

La idea de extender las mociones de censura a la totalidad de ayuntamientos donde gobierna la izquierda abertzale -un efecto dominó a partir de la de Mondragón que los socialistas vascos han barajado mientras la impulsan-, resulta todavía prematura. Por ahora, todos los esfuerzos los han centrado en concretar si los partidos son capaces de acordar el desalojo del actual gobierno de ANV de la capital del Alto Deba.

La ya de por sí complicada operación de conseguir que prospere una moción de censura adquiere en el caso de la localidad cooperativista una mayor complejidad debido a la dispersión de los votos. La corporación está compuesta por siete ediles de ANV, cuatro del PSE, otros tandos del PNV, tres de EB-Zutik, que rompió el pacto de gobierno tras el asesinato de Isaías Carrasco, mientras que EA, PP y Aralar tiene un concejal cada uno.

Para desalojar a la alcadesa de ANV, que se ha quedado en minoría tras el atentado, es preciso que una mayoría absoluta de concejales (al menos 11 de los 21) apoyen la moción, lo cual obliga a acordar al menos a cinco de los siete partidos con representación. "No se trata sólo de cambiar al alcalde, sino de garantizar la gobernabilidad posterior del municipio", reconoce el responsable de los socialistas guipuzcoanos, Miguel Buen, para explicar la complejidad del asunto.

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Si bien es cierto que sólo se requiere la firma de siete concejales para presentar la moción de censura, si ésta no prosperara, no se podría volver a adoptar una iniciativa similar en la legislatura. De ahí las precauciones con las que todos los partidos se enfrentan a este asunto que está resultando espinoso.

De entrada, ninguno de los partidos, salvo el PP, que se mostró incondicional, ha expresado aún su disposición a apoyar esta iniciativa de los socialistas tras el asesinato de su ex concejal. Sólo el presidente de EA, Unai Ziarreta, admitió que la gravedad del atentado de ETA justificaba una decisión como la moción de censura, pero su partido no ha dicho todavía si la apoyará. Tampoco lo ha aclarado Aralar. Mientras, las dos formaciones decisivas por su número de concejales, el PNV y EB-Zutik, tampoco han adelantado sus intenciones. Esta última formación lo ha dejado pendiente de la "reflexión" de la militancia.

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