Zena baila al ritmo de tango
El grupo piensa extender la enseña de La Vaca Argentina por todo el país a partir del próximo año
Tras más de 20 años en España como abanderado de la comida estadounidense por antonomasia -las hamburguesas y la comida rápida-, el grupo de restauración Zena ha decidido viajar al sur y entrar en el negocio de los restaurantes argentinos. El propietario del mayor número de franquicias de Burger King y Pizza Hut en España y dueño de la enseña Foster's Hollywood ha comprado al grupo Zeland el 70% de La Vaca Argentina. Ahora tratará de impulsar su expansión por todo el país, hasta ahora su presencia se limita casi a Madrid.
El grupo Zena, cuyo origen está en las cafeterías California, fundadas en 1943, y que el año pasado obtuvo una facturación de 400 millones de euros y 480 establecimientos, tenía en la cabeza desde hace un par de años entrar en el negocio de los restaurantes argentinos. "En nuestro plan estratégico, que va de 2005 a 2009, vimos que había un potencial muy grande en el mercado español en el segmento de argentinos. Desarrollamos el concepto, que está terminado, y en ese proceso apareció la oportunidad de comprar una marca como es La Vaca Argentina", cuenta Miguel Ibarrola, consejero delegado del grupo Zena.
El grupo Zena, cuyo origen está en las cafeterías California, registró una facturación de 400 millones de euros el año pasado
Nuevos planes
La adquisición ha acelerado los planes de la compañía, propietaria también de enseñas franquiciadoras como Foster's Hollywood, Cañas y Tapas, Il Tempietto; de restaurantes franquiciados de Burger King, Pizza Hut y Kentucky Fried Chicken, y de los restaurantes propios Nostrus y Gofy. Ya no parten de cero, sino de 14, el número de restaurantes de La Vaca Argentina que compraron (dos de los 16 que componen la cadena quedaron fuera de la operación). Los anteriores propietarios conservan una participación minoritaria. "Conocen mucho la compañía y nos van a ayudar a tener un crecimiento elevado", comentan los compradores.
La expansión de la enseña recién adquirida por Zena, de momento, tendrá que esperar hasta 2009. Ibarrola cuenta que este año hay planes para abrir sólo dos establecimientos, pero a partir del próximo pretenden crecer a un ritmo anual de tres a cinco, propios no franquiciados. La velocidad depende de encontrar locales adecuados: entre 500 y 600 metros, en zonas donde haya comidas de negocios y de fácil acceso para gente "de clase media y media-alta".
Hace tres años, Zena ya lanzó, siguiendo su plan estratégico, Il Tempietto. Una cadena de restaurantes italianos, con un modelo de gestión y negocio similar al de Foster's Hollywood, el llamado casual dining. Cañas y Tapas y La Vaca Argentina también pertenecen a este segmento. Y aquí Zena aspira a crecer más. Sus planes contemplan lanzar al mercado una nueva marca cada dos o tres años. Aunque no descartan repetir el modelo seguido en la última operación: una compra que se ajuste a sus planes.
Para crecer hace falta dinero y en Zena afirman que lo tienen. "Tenemos una estructura financiera muy conservadora, y líneas de liquidez para adquisiciones muy relevantes. También después de la compra de La Vaca Argentina. Y si sale un macroproyecto tenemos también unos accionistas que son bastante solventes", cuenta Ibarrola, que recuerda el apoyo de los fondos CVC e Inveralia, propietarios de Zena.
La apuesta por este negocio de restauración, el casual dining, y no por otro donde también tiene una importante presencia, como la comida rápida (Burger King, Pizza Hut, KFC), se debe a su mayor potencial de crecimiento. Mientras el primer segmento, menos maduro, crece entre un 15% y un 18% cada año, el segundo lo hace de un 8% a un 10%.
Oportunidades de negocio
La desaceleración económica no preocupa a los responsables de Zena, que planean seguir creciendo. "Somos anticíclicos", afirma Ibarrola. Pero el consejero delegado sí reconoce que han estudiado la situación, y que la teoría dicta que el gasto medio de los clientes puede bajar. No obstante, prefiere poner el acento en las oportunidades de negocio que cree se les abren por su liquidez. Afirman que por su conservadurismo financiero y gracias a su bajísimo endeudamiento, del que no facilitan datos, se encuentran en una posición privilegiada para realizar nuevas inversiones, para buscar locales y abrir establecimientos.
Cada vez que Zena se plantea abrir un restaurante -30 en 2007, si bien el plan estratégico contemplaba sobre 40-, diseña un negocio para recuperar su inversión en cinco o seis años. También lo hace así para sus franquiciados, a los que cobra un canon de 24.000 a 36.000 euros y entre un 5% y un 6% de la facturación.
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