Tres muertes en cuatro años
Málaga ha sido tradicionalmente el lugar de moda para todo tipo de competiciones clandestinas en la comunidad andaluza. Cientos de jóvenes peregrinaban desde otras provincias cada fin de semana para asistir a estas reuniones pirata. En los últimos cuatro años esta afición a la velocidad y el riesgo se ha cobrado al menos tres vidas: un niño y dos presuntos competidores, en Sevilla, Marbella y Almería.
En Jaén se barajó la hipótesis de que una carrera estuviera relacionada con la muerte, en febrero de 2007, de una mujer de 35 años y su hijo de tres, pero no se pudo demostrar. El fenómeno, según la Guardia Civil, no ha causado muertes en los últimos meses. Pero no quieren cantar victoria: "Las carreras ilegales pueden estar celebrándose en muchos lugares sin que se hayan producido denuncias formales", afirman.
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