La oposición teme una 'guerra lingüística'
El PP pretende comprobar la situación "colegio por colegio" concertado - Educación fija también el euskera como lengua vehicular en Bachillerato
La campaña de matriculación para el próximo curso escolar 2008-09 está resultando más ajetreada que nunca. Al activismo de la Plataforma por la Libertad de Elección Lingüística, formada por unas 2.000 personas que abogan por el mantenimiento del actual modelo A (enseñanza íntegramente en castellano con el euskera como asignatura), se suma el anuncio que hizo ayer el PP de que su formación vigilará de cerca la actuación de los colegios concertados para que no supriman la línea de enseñanza en castellano si existe una demanda por parte de los padres. Desde el PSE, su responsable de asuntos educativos, Isabel Celaá, advierte de que el consejero de Educación, Tontxu Campos, está abocando a la comunidad a "una guerra lingüística" con su intención de imponer un modelo único con el euskera como lengua principal.
Socialistas y PP rechazan que EA imponga la reforma tras fracasar el 9-M
De momento, esa pretensión tendrá que esperar, como mínimo, hasta el curso 2009-10. La falta de consenso y la enorme dificultad jurídica de la reforma del sistema actual de tres modelos (castellano, bilingüe y euskaldun) ha hecho inviable aplicar los cambios durante el próximo curso. Celaá recomienda al consejero, de EA, que guarde la reforma en el cajón porque la actual legislatura ya se encuentra "amortizada". "No hay tiempo ni el consenso necesario para abordar un proyecto de esa magnitud. Lo mejor es que el Departamento de Educación se dedique a gestionar lo que queda de legislatura", declaró a EL PAÍS.
Celaá asegura que la consejería no se ha puesto en contacto con su formación para tratar de recabar su apoyo para cuando el debate llegue al Parlamento. "Sólo conocemos lo que presentó el consejero en marzo del año pasado. Y en ese momento ya rechazamos el plan, porque se trataba de imponer poco menos que un modelo único euskaldun". El PSE aboga por un modelo trilingüe en el que se refuerce el euskera, pero no a costa de relegar al castellano, y se dé un impulso decisivo al inglés. La representante socialista recuerda el revés electoral sufrido por EA en las últimas elecciones generales, que "casi le hace desaparecer del mapa" -perdió su único escaño en el Congreso-. "Eusko Alkartasuna no está en condiciones de gestionar la reforma", agrega.
El parlamentario del PP encargado del área de Educación, Iñaki Oyarzabal, coincide con Celaá en que EA, "un partido que casi desaparece" el 9-M, no puede imponer una reforma educativa que no cuenta con el respaldo necesario. "El Gobierno trata de imponer el modelo único a base de presionar a los colegios concertados recortándoles subvenciones para que supriman la enseñanza en castellano. Esa es la denuncia de las familias y lo vamos a comprobar colegio por colegio. Nos va a tener enfrente", enfatizó.
Por si fuera poco, la decisión de Educación, adelantada ayer por El Correo, de establecer el euskera como lengua principal también en Bachillerato, como ha hecho en la enseñanza obligatoria, ha terminado con la paciencia del PP. "Es inaceptable. Es dar la espalda a la realidad social donde la lengua materna de la mayoría es el castellano", clama Oyarzabal. Celaá entiende que lo mejor hubiese sido no fijar ninguna lengua como vehicular. "Con ese guiño, el Gobierno está atendiendo a intereses particulares y no a los generales de toda la sociedad", dice.
El departamento ha elaborado un decreto para reorganizar la etapa de Bachillerato para el próximo curso, tal y como indica la Ley Orgánica de Educación y ha aprovechado para introducir el euskera como lengua principal. Sin embargo, mientras no se apruebe la reforma de la Ley de Normalización y Uso del Euskera, que es la que da pie al sistema de modelos, los tres actuales seguirán en vigor el próximo año.
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