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Críticas en el Gobierno al plan para captar agua del Segre

Consejeros del PSC y ERC dudan de la viabilidad del proyecto

Miquel Noguer

Llevar agua del Segre al Llobregat a través del túnel del Cadí, como proyecta el Departamento de Medio Ambiente, no convence al conjunto del Gobierno catalán. Así se evidenció, ayer, en la reunión del Consell Executiu, en la que algunos consejeros criticaron las formas utilizadas por el consejero de Medio Ambiente, el ecosocialista Francesc Baltasar, para llevar a cabo el proyecto.

Como es habitual en los últimos meses, el asunto de la sequía y las medidas paliativas ocuparon parte de la reunión. Lo aprovechó el consejero de Gobernación, Jordi Ausàs, que ayer se estrenaba en la mesa del Consell Executiu, para expresar sus dudas sobre la viabilidad del proyecto de Baltasar. Ausàs, hasta ahora alcalde de la Seu d'Urgell, mostró sus recelos a un proyecto que prevé paliar la actual sequía llevando agua del Segre a la cuenca del Llobregat a través de la galería de servicios del túnel del Cadí. Fuentes del Ejecutivo explicaron ayer que Ausàs recordó que el Segre, como el Llobregat, dista en estos momentos de tener un caudal que le permita ceder agua a otras cuencas.

También intervino en el debate el consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal. Fuentes próximas a Nadal negaron que el consejero hubiera criticado abiertamente el proyecto, pero otras fuentes del Gobierno aseguran que el titular de Política Territorial expuso altas dosis de escepticismo. Ya finalizada la reunión y en su labor de portavoz de turno del Gobierno, Nadal admitió que La Generalitat se plantea la posibilidad de extraer agua del Segre. Eso sí, volvió a rechazar que se trate de un trasvase. "No se plantea hacer ningún trasvase", sino que se deja una puerta abierta a "una medida temporal y de emergencia" para garantizar el agua a toda la población catalana.

En las filas del PSC y de Esquerra Republicana no ha gustado nada el extremo secretismo del consejero de Medio Ambiente, Francesc Baltasar, en torno a este asunto. Ello también se evidenció en la reunión de ayer. Consejeros que no criticaron directamente el proyecto, como Montserrat Tura, sí insistieron en que la tubería a través del Cadí sea desmontada íntegramente cuando acabe el periodo de extrema sequía. Estos miembros del Gobierno quieren evitar que una medida excepcional pueda acabar siendo un trasvase en toda regla.

Según datos de la Agencia Catalana del Agua, los embalses catalanes tienen hoy 149 hectómetros cúbicos de reservas, el 21% de su capacidad. Hace un año, tras un invierno también seco, los embalses tenían el doble de agua almacenada.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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