Blair ofreció reunirse con la cúpula del IRA para forzar el desarme

Tony Blair se ofreció a reunirse en secreto con la dirección del IRA para convencerles de que destruyeran sus arsenales y renunciaran a la lucha armada, según revela en un libro el que fuera su jefe de gabinete, Jonathan Powell. En diversas entrevistas concedidas estos días, Powell defiende que el ejemplo de Irlanda del Norte prueba la conveniencia del diálogo para acabar con el terrorismo y opina que ése debería ser el caso también con Al Qaeda.

Las ofertas de Blair, que seguía así los consejos que le daba el ex presidente de EE UU Bill Clinton, fueron cortésmente rechazadas por el líder del Sinn Fein, Gerry Adams, quizá porque existe la convicción de que él mismo era miembro del compacto grupo de ocho personas que formaban el Consejo Militar del IRA, la dirección del grupo terrorista de los republicanos irlandeses. El IRA acabó poniendo fuera de uso sus arsenales y renunciando a la lucha armada cuatro años después, en octubre de 2005.

La revelación forma parte de un libro de memorias de Powell, de 51 años, consagrado al proceso de paz del Ulster, en el que él jugó un papel preponderante actuando discretamente en nombre del primer ministro, y fue publicada ayer por el diario The Guardian como parte de la campaña de promoción de las memorias, de las que el diario ha adquirido la exclusiva para publicar amplios extractos. El libro aparece en un momento comercialmente muy adecuado, coincidiendo con el décimo aniversario de la firma de los acuerdos de paz de Viernes Santo de 1998.

"Tony siempre estuvo convencido de que sus poderes de persuasión podían hacer cambiar a la gente. En tres o cuatro ocasiones le sugirió a Gerry Adams que debería reunirse con el Consejo Militar del IRA. Adams dijo: 'No estoy demasiado seguro sobre eso'. Una vez dijo 'quizá', pero luego quedó en nada". "Supongo que habrían llevado máscaras" si se hubiera producido el encuentro, especula, aunque es difícil que una máscara hubiera bastado para que Blair no reconociera a Adams y a su lugarteniente, Martin McGuinness.

El argumento de Adams para justificar el largo periodo desde la firma de la paz hasta la destrucción de las armas era que se necesitaba tiempo para evitar que el IRA se acabara escindiendo. Powell añade que Adams justificaba mantener las armas para defenderse de los disidentes y admite que Blair trató con preferencia a los republicanos porque temía que el IRA volviera a la lucha armada. El que fuera jefe de gabinete de Blair durante 10 años explica que el primer ministro corrigió el borrador de una declaración del IRA en 2003 en presencia de Adams y McGuinness, y que él mismo redactó varias declaraciones del Sinn Fein.