Sanidad da 15 días a las lonjas de Castellón para adaptar sus equipos

La Consejería de Sanidad ha dado un plazo de 15 días a las lonjas de Castellón, Burriana y Vinaròs para que adapten sus instalaciones para poder llevar a cabo la manipulación que precisa la venta de sardina y boquerón. La Dirección General de Salud Pública informó el pasado viernes a las cofradías de que la manipulación del pescado requiere de unas cámaras frigoríficas de las que no disponen estas instalaciones. Y advirtió de que si se continuaba con la manipulación del pescado, sancionaría tanto a quien realizara la actividad como al que lo permitiera. Así, el miércoles, la inspección se presentó en la lonja de Castellón, donde se armó un revuelo ante la prohibición de seguir con la manipulación y la intención de los inspectores. Sanidad optó por otorgar dos días de margen para cumplir la orden.

Ayer se reunieron representantes de la Autoridad Portuaria, cofradías y Sanidad y se llegó al acuerdo de que serán los pescadores quienes presenten una propuesta para adaptar las instalaciones. El plazo finalizará la primera semana de abril, cuando las lonjas han de contar con cámaras frigoríficas adecuadas a la norma y para "la máxima seguridad y el cumplimiento de la legislación vigente". Las cofradías disponen de 15 días durante los que "seguirá el trabajo de inspección".

La manipulación, que según las directivas europeas precisa de salas refrigeradas, se basa en el reenvasado, reetiquetado y acondicionamiento de pescado en agua y hielo, con o sin sal, acciones que se realizan tras el proceso de venta. Las lonjas tienen autorización para la venta del pescado, por lo que no pueden realizar la actividad de manipulación. Según los pescadores, ésta es una acción habitual en todas las lonjas.