Generalitat y empresarios exigen a Zapatero que cumpla con El Prat

El Gobierno catalán y la Cámara de Comercio de Barcelona se unieron ayer para lanzarle un mensaje claro al recién reelegido presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero: la participación catalana en la gestión del aeropuerto de El Prat toca ahora. Lo hicieron un debate más deslucido que aquel multitudinario acto en la escuela de negocios IESE donde la flor y nata del empresariado catalán clamó -en silencio- por la descentralización de la gestión de El Prat y un mayor peso de las conexiones intercontinentales.

"AENA sabe que la vía es colaborar con Abertis", afirmó el consejero

El presidente de la cámara, Miquel Valls, propinó un buen tirón de orejas a Zapatero y recordó que en verano le exigieron que "las buenas palabras" dieran paso a la acción. El presidente prometió la descentralización de la gestión del aeropuerto a lo largo de la legislatura pasada y aún no se ha empezado a negociar. La paciencia se agota. "Estamos en marzo y el Gobierno no ha hablado todavía. Ahora han pasado las elecciones y esperamos que el presidente hable de un nuevo modelo", recalcó Valls.

El debate, en la misma escuela y orquestado por el profesor Pedro Nueno, no despertó el mismo interés que el de 2007, pero fue presentado como su continuación. Esta vez sí contó con presencia política. El consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal, admitió que los empresarios lanzaron hace un año una pregunta sobre El Prat "que está pendiente de respuesta que tendrá que dar un nuevo Gobierno". Nadal reconoció que AENA, el organismo público que pilota los aeropuertos en España, ha ejecutado "una buena gestión" en Cataluña y "ha hecho los deberes" de las inversiones, "aunque tarde", pero también dio por seguro que el organismo "tarde o temprano entrará en la gestión compartida y territorializada". El consejero rechazó la privatización de AENA, pero puso como ejemplo la alianza que mantiene con Abertis para gestionar aeropuertos en otros países y concluyó: "AENA ya sabe que el mundo que viene es el de su alianza con Abertis".

La venta de Spanair y las consecuencias para El Prat si la compra Iberia, que controlaría más del 50% del tráfico, también afloraron. Nadal reclamó al futuro propietario de la aerolínea que apueste por Barcelona y le lanzó el mismo mensaje a Iberia, a la que aseguró que si lo hace "tendrá éxito". También rompió una lanza por las aerolíneas de bajo coste -un sector demonizado por el viajero catalán de negocios-, como las catalanas Vueling y Clickair, y confió en que se refuercen en Barcelona y superen sus dificultades.