El Ayuntamiento pide al Barça que pague la fiesta del Celtic
La directiva del club de fútbol rechaza tener que hacerse cargo de la factura
El Ayuntamiento de Barcelona guarda bajo llave la factura de la fiesta que ofreció a los aficionados del Celtic Glasgow que acudieron sin entrada a la ciudad el pasado 4 de marzo. Organizó un sarao con paella, mucha cerveza y pantallas gigantes. El coste es, de momento, secreto. "No queremos hacerlo público porque estamos negociando con el Barça para que realice una aportación", explicó un portavoz municipal que reconoció que habrá que hacer pública la cifra cuando la pida la oposición. La oposición ya la ha pedido. CiU, por escrito, tampoco ha tenido respuesta. "Se les dará en la comisión correspondiente", añadió el portavoz.
"¿Qué tenemos que hacer? ¿Asumir la iniciativa o permitir el vandalismo?"
Tan en secreto lleva el Ayuntamiento el asunto que ni siquiera ha querido dar a conocer el nombre de la persona comisionada por el alcalde para este asunto. "No pensamos decir su nombre", dijo con energía un portavoz del Consistorio.
La pretensión del Consistorio de cobrar del Barça una parte del coste del jolgorio del Celtic tiene escaso futuro. La dirección del club reconoció haber recibido la sugerencia municipal de que se haga cargo, en todo o en parte, de la factura. La respuesta ha sido radicalmente negativa. El FC Barcelona entiende que carece de responsabilidad en lo que puedan hacer los aficionados de un club al que ellos se enfrenten. "Nuestra responsabilidad se da en el interior del estadio, no fuera", dijo un representante del Barça.
El Consistorio, sin embargo, sigue mareando la perdiz y tratando de hacerse oír. Entiende que la ciudad tampoco es responsable de los movimientos de masas que se generan en torno al fútbol y que algo tendrán que decir al respecto el club, la UEFA e incluso la FIFA. "El Ayuntamiento de Barcelona no puede consentir que se produzca una crisis en la convivencia como la que se produjo cuando el partido con el Glasgow Rangers". En aquella ocasión, los hinchas sin entrada camparon por la ciudad a sus anchas, ingiriendo cerveza en grandes cantidades y orinando donde les vino en gana.
"En esta ocasión", insistió el portavoz municipal, "la cosa ha sido mucho menos grave. ¿Qué tenemos que hacer? ¿Asumir la iniciativa o permitir el vandalismo?". En ningún momento consideró la posibilidad de hacer cumplir a los extranjeros la misma ordenanza cívica cuyo cumplimiento se reclama a los residentes a través de la Guardia Urbana.
El equipo de gobierno se teme las críticas que va a tener que oír de parte de la oposición. CiU y PP se han preguntado si el coste de la cerveza y la paella ofrecidas a los escoceses debe ir a cargo de los barceloneses. La primera reacción del Consistorio tras oír estas críticas fue decir que el gasto había sido compensado con los ingresos. La pretensión de cobrar una parte al Barça desmiente esta aseveración. Si hubiera superávit no habría que pedir dinero al club sino dárselo.
Este diario ha pedido a la empresa que se encargó del servicio de comidas un presupuesto para una situación similar. La empresa afirmó que el precio de la bebida, la comida (paella incluida) y las atracciones (futbolines, billares, etcétera) sería de unos 100.000 euros. A esto habría que añadir el coste del personal, las barras y las pantallas gigantes. La cerveza fue cobrada a cuatro euros, de modo que si cada escocés tomó dos, se cubrieron gastos, teniendo en cuenta que se consumieron pocas paellas. "Estamos haciendo cuentas", insistió el portavoz municipal, que también declinó comentar si el municipio tenía alguna hipótesis de gasto antes de lanzarse a la aventura.
