"Hay dolencias fuera del 'marketing' farmacéutico"
Más de 300 millones de personas padecen al año una enfermedad de las llamadas olvidadas. Por eso Bernard Pecoul, francés de 51 años, resalta: "Son olvidadas, no minoritarias". Porque el mundo rico no les hace caso, pero en los países tropicales -o pobres- tienen una presencia constante, y son una de las primeras causas de muerte y enfermedad.
"Sólo la malaria la sufren cada año 300 millones de personas, y causa unos cinco millones de muertes en niños", más que el sida, apunta Pecoul. Además, la enfermedad de Chagas, la leishmania o la enfermedad del sueño son otras de sus dianas.
"Algunas de ellas tienen una tasa de mortalidad muy alta, y, además, son crónicas, por lo que la repercusión sobre las familias es muy grave", dice Pecoul. "Son dolencias de los más pobres entre los pobres, y están fuera del marketing farmacéutico", afirma Pecoul, director de la Iniciativa de Medicamentos para Enfermedades Olvidadas (DNDi) desde 2003, cuando dejó Médicos sin Fronteras.
"Sólo la malaria afecta cada año a 300 millones de personas"
Pecoul ha estado en unas jornadas sobre enfermedades tropicales en Segovia, donde ha firmado un acuerdo entre su organización y el Gobierno (cinco millones de euros en dos años). "Es responsabilidad pública encargarse de la gente olvidada", afirma. "Entre 1975 y 2004 se desarrollaron en el mundo 1.556 tratamientos, de los que sólo el 1,3% era para enfermedades tropicales, que representan el 12% de la morbilidad mundial", añade.
"En cartera tenemos actualmente 18 proyectos", dice Pecoul. Ya ha salido al mercado una combinación de artemisinina y una variante de la quinina contra el paludismo. "Hemos trabajado con Sanofi Aventis, que nos ha dejado el producto a precio de coste. Hemos conseguido que cueste menos de un dólar [0,65 euros] por día para los adultos, y la mitad para los niños". Además, se hace con la condición de que los laboratorios cedan las patentes. "En nuestro programa hay 21 países africanos, y esperamos dar un millón de tratamientos", dice.
Este fármaco es sólo el primero. "Nuestro objetivo es tener seis u ocho en 2014", dice. Un número muy alto si se tiene en cuenta su presupuesto: unos 28 millones al año. Los grandes laboratorios calculan que sacar un producto cuesta más de 800 millones de dólares (500 millones de euros). Pero Pecoul dice que no se debe comparar. "Ellos incluyen incentivos y gastos de publicidad, y nosotros no. Además, no empezamos de cero: usamos productos desarrollados para otras enfermedades que se han abandonado". "Estamos usando datos que las compañías manejaban en los setenta y ochenta, cuando desarrollar un medicamento costaba entre 30 y 40 millones". Además, "contamos con la ayuda de agencias estatales de salud de países ricos, pero también de algunos de los afectados, e investigadores sobre el terreno en Kenia, República del Congo, América Latina, India, Malaisia y Japón. Y una red de ensayos en las zonas rurales con todas las garantías éticas. Ésa es nuestra fuerza".
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