El PSE bate todas sus marcas y triplica al PNV en Vitoria

El PSE-EE rebasó ayer todas sus marcas históricas en Álava con un tirón espectacular, claramente realizado a costa del PNV, y en parte, de Ezker Batua, que le aupó a cotas nunca alcanzadas antes: el 41% de los votos, casi el 44% en el caso de Vitoria, que concentra a ocho de cada diez habitantes del territorio. La mejor marca de los socialistas en Álava fue el 35% de los votos que obtuvieron en 1982, con Felipe González como candidato a presidente del Gobierno.

No se esperaban cambios en este territorio, y no los hubo en el reparto de escaños, que permaneció inalterable: 2 para el PSE, 1 para el PP, 1 para el PNV. Pero no por ello la sorpresa fue mayúscula. El PSE rubricó su salto, cifrado en un aumento de 11 puntos y 68.000 votos, sobre las espaldas del PNV, al que triplicó en Vitoria y dobló sobradamente en la provincia, tanto en votos como en porcentaje. En menor medida le cedió votos Ezker Batua, que bajó del 7,7% al 4,2%.

El PNV baja a sus cotas más bajas de 1977 y de 1989, tras la escisión de EA

El PP, sin embargo, aguantó el tipo en su segundo puesto, al que ya había sido desplazado hace cuatro años. Su campaña por la permanencia de la Vital como caja autónoma y contra la fusión puede no haber sido ajena a ese éxito relativo.

Era esa segunda posición del PP la que el PNV aspiraba a ocupar. Pero se quedó muy lejos de ello, al perder casi la mitad de sus votos de 2004 y quedarse en el 14% en Vitoria, mientras el PP mantuvo su cuota de casi el 28% de entonces.

Si la victoria del PSE es histórica, la derrota del PNV no lo es menos. Ha caído casi hasta sus peores cotas, con un 18,6% de los votos en la provincia, sólo un poco por encima del 17% que obtuvo en 1977 y, de nuevo, en 1989, tras la escisión de EA. El contraste es más brutal aún, porque en 2004 el PNV obtuvo sus mejores datos en unas elecciones generales, con 47.000 votos y el 26% de los emitidos. Hasta en municipios netamente nacionalistas, como Llodio, el segundo en población de la provincia, pincharon los peneuvistas y el PSE se alzó como ganador, seis puntos por delante de ellos.

Los resultados de ayer vienen a subrayar y profundizar el papel secundario del PNV en Álava donde, paradójicamente, gobierna la Diputación desde julio del año pasado, sin que lo haya rentabilizado.

Tampoco en la representación al Senado hubo cambios. Obtuvieron su acta los socialistas Javier Rojo, Miguel Ángel Uzquiza y Yolanda Vicente, y el popular Ramón Rabanera, que sustituirá a José Manuel Barquero.

La abstención fue del 29,6%, siete puntos más que en 2004, pero dentro de los parámetros de muchas otras elecciones.