Ministro, músico y ecologista

Peter Garrett, ministro de Medio Ambiente, Patrimonio y Cultura australiano, sigue levantando odios y pasiones. Su cruzada contra la caza de ballenas en el Antártico por parte de la flota japonesa le está costando la popularidad que ganó durante su gloriosa época como líder de la banda de rock Midnight Oil. Hideki Moronuki, director de la Agencia de Pesca Japonesa, es uno de ellos. Ayer le acusó de ser "agresivo y poco diplomático", tildó su propuesta de reformar la Comisión Internacional de Pesca en lo que a la caza de ballenas se refiere de "ridícula" y le espetó que sus discos, que tanto le habían gustado cuando iba al instituto, ahora habían dejado de agradarle. Garrett enseñó hace tres semanas fotos tomadas por el buque de aduanas australiano Ocean Viking, que vigila a los barcos balleneros japoneses que cazan cetáceos con el pretexto de realizar investigaciones científicas. "Es angustioso cuando piensas que pueden pasar 15 minutos desde que el arpón impacta en la ballena hasta que el animal muere", denunció Garrett.

El hoy político ya era un ecologista y defensor del medio ambiente en su época como líder del grupo Midnight Oil, disuelto en diciembre de 2002 cuando Garrett abandonó la música por la política. Pero la guinda la puso en la ceremonia de los Juegos de Sidney de 2000 cuando, ante una audiencia de cientos de millones de espectadores, salió a cantar con un chándal negro con la palabra sorry (perdón) estampada en alusión a la decisión del entonces primer ministro, John Howard, presente en el estadio olímpico, de no pedir disculpas a los aborígenes por las llamadas "generaciones robadas". O, lo que es lo mismo, por los niños aborígenes apartados durante más de cuatro décadas de sus familias para ser criados por blancos.