El dolor domina la jornada de reflexión
Los candidatos viven las horas previas a los comicios marcados por el atentado
Cinco tiros a través de un parabrisas destrozaron anteayer la vida de toda una familia, sus amigos y allegados. También cambiaron de arriba abajo los planes de todo un país y su maquinaria electoral, a apenas unas horas de la cita con las urnas más reñida de los últimos tiempos. Por segunda vez consecutiva, una campaña a una elecciones generales desarrolla sus últimas horas truncada por un atentado terrorista.
Madina: "ETA ha convertido un día de alegría en una jornada negra"
Todos los candidatos piden una respuesta masiva en las urnas
"Lo de mañana está anulado", explicaban los asesores de comunicación de los candidatos, que suspendieron todas las citas previstas para ayer con los medios de comunicación nada más conocerse la noticia del atentado. Eran esos actos tradicionales de la jornada de reflexión que permiten a los aspirantes dar una última instantánea a sus votantes alejada del traje y corbata y del discurso acartonado. Por eso, en un sábado preelectoral normal abundan las imágenes de candidatos leyendo la prensa en un parque, haciendo la compra, paseando a su perro, viendo un partido de fútbol y similares. Un año más, al igual que en 2004 tras el 11-M, no pudo ser. Ayer no quedó sitió más que para el dolor y los actos de repulsa del asesinato del ex concejal de Mondragón Isaías Carrasco.
Los socialistas eran lógicamente lo más afectados. Las ojeras de los candidatos que se concentraron a mediodía ante el Ayuntamiento de Bilbao delataban el mal dormir y otros demonios de la noche precedente.
Eduardo Madina, candidato vizcaíno al Congreso por el PSE, tenía muchos planes para ayer: ir de compras, ver una película y descansar junto a su esposa. El viernes se acabaron. "ETA ha convertido lo que iba a ser un día de tranquilidad y alegría en una noche triste y en una jornada negra", comentó a través de una portavoz. Junto a Madina estaban también en la concentración sus compañeras de partido y candidatas por Vizcaya Lentxu Rubial, al Senado, y Arantza Mendizabal, al Congreso.
"ETA ya ha votado con el tiro en la nuca", afirmaba también a las puertas del consistorio bilbaíno Jon Sustatxa, cabeza de lista de Ezker Batua al Congreso por la misma provincia. Cerca se hallaba el aspirante peneuvista al Senado Iñaki Anasagasti: "Iba a ir a ver un partido de fútbol de mi hijo, y después pensaba dar un paseo por la playa en Bakio". Tras la concentración de repulsa, optó por quedarse en su casa leyendo después de acompañar a su hija a una clase de gimnasia rítmica. "Mi partido ya está lo suficientemente bien representado en Mondragón", explicó.
Ignacio Astarloa, número uno del PP por Vizcaya, tuvo que viajar a Mondragón el viernes, antes de poner rumbo a Madrid para negociar por la tarde en nombre de su formación la resolución del Congreso de condena del crimen. Ayer volvió a la localidad guipuzcoana para estar prsente en el funeral del ex edil. La número dos de su partido por Vizcaya, Marisa Arrúe, acudió por la mañana a la capilla ardiente en Mondragón para homenajear al difunto.
En la concentración de Vitoria participaron, entre otros candidatos, los aspirantes socialistas Javier Rojo, cabeza de lista al Senado por Álava, y su correligionario Ramón Jáuregui, número uno al Congreso, así como el popular Alfonso Alonso.
Los aspirantes por Guipúzcoa de las distintas formaciones dejaron atrás San Sebastián y optaron por trasladarse a Mondragón para participar en los actos de homenaje.
Por Eusko Alkartasuna, Nekane Altzelai dejó de lado sus planes de irse de compras con su hija para acercarse a prestar su último recuerdo a Carrasco. También estuvieron presentes los candidatos al Congreso del Partido Popular, José Eugenio Azpiroz, el peneuvista José Ramón Beloki e Isabel López Aulestia de Ezker Batua.
Los mensajes que repetían todos ellos iban en el mismo sentido: una participación masiva hoy en las urnas es la mejor respuesta ante el terror y la estrategia abstencionista de ETA y sus acólitos. El socialista Miguel Buen también acudió a la concentración de Mondragón y al entierro, pero no quiso hacer declaraciones. Quedan sus palabras del viernes, pronunciadas horas después de enterarse, en medio de una entrevista radiofónica, de la muerte de uno de los suyos. Pidió entonces "una magnífica respuesta" de los ciudadanos. "Que voten al partido democrático que prefieran. A mí, hoy el resultado electoral no me importa". Nada más terminar, rompió a llorar.
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