Toros con sólo fachada
Tomó la alternativa Óscar Sanz, novillero valenciano con 10 años en el escalafón, con una corrida de imponente presencia. Corrida cinqueña toda ella y en algunos casos con toros camino de los seis años, por ejemplo el quinto. Corrida seria por donde se le mirara. De cabezas de escalofrío. De amplia encornadura. Sin embargo, no fue corrida desagradable de vista. Musculosos, casi desafiantes de salida, pero todos con cierta armonía en sus hechuras. Sólo el sexto rompió el molde: el cuello cuesta abajo, el cuerpo cuesta arriba. Como parcheado. Feo fue ese toro.
Tanta seriedad aparentó más de lo que en realida fue. Al límite de sus fuerzas, pasaron por el caballo como simple trámite político-administrativo y en su mayoría llegaron a la muleta con apenas resuello. Corrida de gran fachada pero vacía de contenido. De los seis, el primero de la tarde fue el de mejor fondo. Sobre todo por el lado derecho, no tanto por el otro. Fue el toro de la alternativa de Óscar Sanz. El nuevo matador tardó en acoplarse con él y cuando lo hizo salpicó la faena con los mejores muletazos de la tarde. Sin estar rematados, sí resultaron los de mejor concepto. Esbozos casi todos, pero asomaba buena pintura. La poca fuerza del astado hizo que al final acabara defensivo. Pero buen toro.
Frontino / Chaves, Ramos, Sanz
Toros de Puerto Frontino, el cuarto fue sobrero. De gran estampa, nobles pero de escasa fuerza.
López Chaves: Silencio y silencio. Paco Ramos: silencio tras aviso y saludos tras aviso. Óscar Sanz (alternativa): saludos y vuelta.
Plaza de Valencia, 8 de marzo. 1ª de Fallas. Más de media.
Ya no hubo otro igual. Al menos otro de apuntes tan prometedores. El feo sexto descolocó y sorprendió a Sanz, aunque la voluntad del torero acabó por superar con dignidad el trance.
Paco Ramos le anduvo bullidor y afanoso a su lote. Voluntad sin brillantez, en fin. Sus dos toros fueron y vinieron sin gracia alguna. Se pasó de faena en uno y mató mal al otro.
Y López Chaves pasó de puntillas. Peleón con el quedado segundo, se desmotivó con el incierto cuarto. De largo, el peor de una corrida que al final sólo tuvo una llamativa fachada.
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