Un acto de repulsa acaba en gritos anti-Zapatero
Pese a que en principio los actos de repulsa por el atentado quedaron suspendidos hasta el lunes para no interferir en la jornada de reflexión, ayer comenzaron a surgir concentraciones. En Barcelona, CiU reunió a 3.000 personas; y otras 1.000 se juntaron en Madrid con el Foro Ermua. Los ayuntamientos de Alicante y Castellón y la asociación de municipios vascos ha convocado nuevos actos para hoy.
La Federación Valenciana de Municipios convocó concentraciones para hoy antes de conocer la decisión de la Federación Española de dejar los actos para el lunes. Después, los consistorios populares de Alicante y Castellón mantuvieron el acto. Preguntado sobre las manifestaciones en la jornada de reflexión, Ignacio Astarloa (PP) replicó que no es contradictorio apoyarlas.
Ayer, unas 1.000 personas se concentraron en la plaza de Colón de Madrid convocadas por el Foro Ermua. Estaba previsto como un acto silencioso contra el atentado. Tras un minuto de silencio, la viuda del concejal del PP Gregorio Ordóñez, asesinado por ETA, leyó un comunicado: "Hoy la víctima tiene un nuevo nombre para alargar la extensa lista de asesinatos". Los miembros del Foro Ermua pidieron una declaración de los partidos contra cualquier negociación con la banda.
Luego los gritos de los asistentes convirtieron la concentración en una manifestación contra la política de Zapatero. "Zapatero, ahora qué", "A por ellos" y "Zapatero, embustero" fueron algunos de los lemas cantados por manifestantes. Esos gritos sofocaron los de otro grupo más reducido que trataba de hacer oír su proclama: "Contra el terrorismo, unidad".
CiU en Barcelona
CiU, aunque suspendió el final de campaña, mantuvo el acto pero lo transformó en un multitudinario rechazo al terrorismo. Más de 3.000 personas abarrotaron el pabellón olímpico del Vall d'Hebrón de Barcelona y recibieron con dos minutos de aplausos la aparición en el escenario una inmensa pantalla con las siglas de CiU y una senyera con un crespón negro- de la plana mayor de la coalición, Josep Antoni Duran, Artur Mas y Jordi Pujol.
El candidato democristiano reivindicó la "inmaculada hoja de servicios" de CiU en la lucha antiterrorista, con su apoyo a todos los Gobiernos democráticos.
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