La I + D + i de las mujeres
Clara Zetkin fue una de las socialistas europeas que propuso un homenaje a las mujeres obreras que habían dado su vida para exigir mejores condiciones laborales. Ocurrió en 1910, durante el II Encuentro Internacional de Mujeres Socialistas realizado en Copenhague. Desde entonces, el 8 de marzo ha sido un día de reconocimiento del trabajo femenino, convertido posteriormente en el Día Internacional de las Mujeres.
Otra mujer, en este caso Clara Campoamor, consiguió, con una defensa convincente y apasionada, que las mujeres de la II República española tuvieran derecho al sufragio. Gracias a ella ahora hace 76 años que las mujeres participamos con plenos derechos en la vida pública.
Una sociedad competitiva no puede permitirse perder el talento femenino, que algunos estudios cifran en el 15% del PIB español
Dos mujeres que tuvieron voz en su momento histórico y la aprovecharon para modificar la situación en el sentido que defendían. Su experiencia nos muestra que sólo la implicación de las mujeres en ámbitos decisivos puede volcar la sociedad hacia un modelo igualitario y beneficioso para todos.
Hoy, en el siglo XXI, las mujeres continuamos trabajando para conseguir más presencia en los espacios de decisión pública y privada. Pero, afortunadamente, tenemos más instrumentos a nuestro favor que los que tenían nuestras antecesoras. Contamos con una Ley de Igualdad aprobada por el Congreso el pasado 23 de marzo de 2007. La ley, además de reforzar profundamente la cohesión social, avanza en medidas para la conciliación, concede un papel relevante a la negociación colectiva e impulsa la paridad en los consejos de dirección de las grandes empresas, donde las mujeres apenas llegan al 4%. También en Cataluña estamos elaborando una ley que avance en la equiparación real y efectiva de los derechos de las mujeres en todos los ámbitos sociales.
No obstante, las leyes por sí mismas no conseguirán la igualdad en nuestra sociedad. . Es necesario que las mujeres seamos conscientes del valor de nuestros votos, de nuestras opiniones y de nuestras capacidades para mejorar el entorno y la sociedad que nos rodea. Para ello, es preciso que nos relacionemos entre nosotras mismas, más y mejor, que construyamos espacios para compartir experiencias, que creemos redes que nos permitan aprender y darnos apoyo mutuo, realizar negocios, promocionar a otras mujeres e ir generando este intercambio informal que durante tantos siglos nos ha estado negado.
Los poderes públicos tenemos también un papel importante que desempeñar incorporando la perspectiva de sexo a las políticas públicas.
Así lo estamos haciendo desde el Gobierno de la Generalitat y es un objetivo primordial del Departamento de Trabajo. Una sociedad competitiva como la nuestra no puede permitirse perder el talento femenino que algunos estudios cifran en el 15% del PIB español.
Las mujeres avanzamos en la investigación, contribuimos al desarrollo y generamos innovación en nuestras organizaciones. Es nuestra contribución al I + D + i social. Sólo contando con él, Cataluña logrará ser el motor económico y social del que toda la sociedad pueda sentirse orgullosa.
Mar Serna es consejera de Trabajo de la Generalitat.
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