Duran se ceba en Zapatero
Si en la tierra existe algo parecido al infierno, para un democristiano como Josep Antoni Duran Lleida debe ser la mayoría absoluta del PSOE a tenor de cómo el candidato de Convergència i Unió se ensañó ayer con los socialistas.
Duran, ante unas 600 personas que llenaron el teatro Metropol de Tarragona, no dejó títere con cabeza ni del PSOE ni del PSC por su "incapacidad" de defender los intereses de Cataluña. "Si para Zapatero la prioridad es Andalucía, para CiU ha sido, es y siempre será Cataluña", proclamó.
Los socialistas celebraron ayer en Barcelona un multitudinario mitin en el Palau Sant Jordi. Duran debía contrarrestar el mensaje que podía lanzar José Luis Rodríguez Zapatero aunque fuera a 100 kilómetros de distancia y con un aforo que no admitía comparaciones. Y qué mejor que convertir a su partido en blanco de críticas.
Zapatero se lo puso en bandeja. Por la mañana, en un mitin en Córdoba, el presidente había prometido que Andalucía sería la niña de sus ojos -Zapatero dijo "la primera"- mientras estuviera en La Moncloa porque "es la comunidad con el futuro más prometedor" y la "tierra a la que se deben más cosas". Y a oídos de un nacionalista catalán, la frase fue como mentar la bicha. En realidad, sirvió para dar más munición dialéctica a Duran y acumular argumentos a favor de su teoría de que España siempre "ha maltratado y ha dado la espalda" a Cataluña. Y para remediarlo, la solución pasa por votar a una formación cuya prioridad sea Cataluña.
Duran fue especialmente puntilloso en estas manifestaciones. Quería evitar -y lo consiguió- que su discurso se interpretara como un enfrentamiento entre comunidades. Para ello, recurrió a su crítica preferida: meter en el mismo saco al PSOE y el PSC. O sea, que si el PSOE dará prioridad a Andalucía, pues otro tanto hará el PSC al carecer de grupo parlamentario propio en el Congreso.
"El PSOE ha acabado con el PSC y ahora le gustaría acabar con el catalanismo político. El primero que se dio cuenta fue Pasqual Maragall, que ahora pide la abstención. Pero Cataluña debe reaccionar", afirmó.
El convergente Artur Mas también pidió una reacción, pero esta vez para frenar un trasvase del Ebro por la puerta trasera. Aseguró que para la próxima semana, el Gobierno catalán prepara un trasvase de agua del Segre -en la cuenca del Ebro- hacia el Ter para abastecer Barcelona.
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